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Gente en León

De vez en cuando

¿El cuento de la lechera?

Si quieres conocer a fulanito, dale un carguito. O si quieres que algo no funcione crea una comisión. Es una máxima indestructible. A lo largo de la historia, reciente y pasada -y más en la de la tierra leonesa-, ha sido el paradigma en cuanto a oficializar la pérdida de tiempo y el engaño colectivo sin que, después, cual espejismo en el desierto, pase nada. Como estar tomando el sol a la sombra. Nunca te quemas.

Archivado en: Julio Cayón, Mesa por el Futuro de León, Pacto por León, Humildad Rodríguez, El Cid

Julio Cayón
15/1/2021 - 01:10

Y esos son los vericuetos, casi calcados, por los que está transitando la bautizada ‘Mesa por León', concebida con el objetivo de revitalizar la provincia económicamente, frenar la sangría poblacional y dar los pasos necesarios para conseguir los objetivos previstos en unos plazos razonables. Este era el cuento que se escribía en los prolegómenos y que, como una fábula, se viene narrando.
Ha pasado el tiempo y ¡oiga! aquí no se mueve una paja. Ni una amapola. Y la provincia continúa reculando, cuarteándose, sufriendo los mismos avatares y desmanes por parte de quienes tenían que remangarse en nombre de la sociedad. Que tenían. Ahora bien, y como se esperaba, continúan más estáticos que la estatua de Guzmán y su pérfido puñal afijado. Se la bufa. Unos por otros la casa por barrer. A la vista de ello, los sindicatos, con toda la razón, se revuelven inquietos en las sillas, se encrespan, y andan que echan las muelas, por no decir que están hasta los pelés de tanta indolencia, que resultaría más gráfico.
La coordinadora del ambicioso proyecto, Humildad Rodríguez, a quien -y a las pruebas hay que remitirse- podría aplicársele aquello de El Cid, "qué buen vasallo si hubiera buen señor", señalaba, allá por el mes de octubre, su deseo de que la Mesa "fuera un acicate para que las administraciones se rasquen el bolsillo". No se barrunta la efectividad de tal aspiración. Y no por ella, una mujer seria y preparada para esta y otras más altas responsabilidades si diera lugar, sino porque en el tablero del ajedrez, que es en sí la peculiar Mesa, juegan treinta y dos piezas y cada una tiene su propio movimiento, como de igual forma se viene acreditando con quienes integran el variopinto cónclave. El asunto es que cada cual lo hiciera con la cabeza sobre los hombros. Y eso es otro cantar.
Ya son demasiadas las decepciones que han sufrido los leoneses con la vieja cantinela de las inversiones, subvenciones, impulsos y demás gaitas. Recuérdese el famoso ‘Pacto por León' de 1999 por el que se invertirían en la provincia 230.000 millones de pesetas. ¿Se acuerdan? Pues eso.

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