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Gente en León

Mis apuntes

Daños colaterales

Tristes están los patios de los colegios este otoño. Filas de niños y adolescentes, que evitan agolparse a la entrada o salida del centro, demostrando en la mayoría de los casos, un civismo poco frecuente. Más difícil resulta esquivar el acercamiento que las hormonas, a esa edad, tienden de forma natural a fusionarse.

Archivado en: Ana Isabel Ferreras, niños en clase con bozal, pandemia, sanidad

Ana Isabel Ferreras
16/10/2020 - 01:10

Las aulas reciben a los estudiantes respetando, si se puede, la distancia de seguridad, garantizando una ventilación extrema, que les obliga a llevar mantas de abrigo para soportar mejor el gélido ambiente tan poco acogedor. Enfundados en mascarillas reciben la formación, con oído avizor, captando como mejor puedan los conocimientos que el profesor desgarra a través de tan incómodo bozal.
Personas aguardando pacientemente en las filas de las farmacias, panaderías y demás, respetando el aforo indicado en la entrada de los pequeños establecimientos. Nada que ver con los supermercados, en los que el extremo control de hace meses, ha dejado de existir.
Centros de Salud extrañamente solitarios en su interior, con las puertas de entrada sorprendentemente repletas a su alrededor, rodeados de pacientes y necesitados usuarios esperando, a la fresca, el turno para poder acceder al calor de la consulta médica. Esa que se está quedando helada, no sólo por la bajada de temperatura, sino por el distanciamiento, que dicen tan necesario y que permítanme ustedes, empiezo a cuestionar.
Consultas en zonas rurales desaparecidas en este combate pandémico, dejando literalmente tirados a miles de vecinos. ¡Tranquilos! dicen que están muy bien atendidos por teléfono,.... cuando consiguen conectar. Osado sistema sanitario éste que, de golpe y porrazo, elimina la atención presencial desde hace medio año, sin saber a ciencia cierta donde han estado sus titulares desde mayo hasta ahora, porque evidentemente atendiendo en los hospitales, parece que no.
Con más del 30% de la plantilla sanitaria de baja laboral, a fecha de hoy (14 de octubre 2020), asegúrense lo machos, ya que sin refuerzos cuando es necesario, y con ausencias más o menos justificadas o injustificables, al final el que sufre las consecuencias siempre es el más necesitado. ¡Y eso que el invierno no ha llegado!

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