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Un año más, para mantener la tradición, ‘Las Cabezadas’ quedaron en tablas

La ciudad de León cumplió un año más con la tradición secular de ‘Las Cabezadas' en el atrio de la Real Colegiata de San Isidoro, una ceremonia que recuerda el milagro de San Isidoro de 1158 y que enfrente al Ayuntamiento, que defiende que la ofrenda al santo por aquel milagro es voluntaria, y al Cabildo Isidoriano, que mantiene que es un compromiso y una obligación. La pandemia por corononavirus y el partido de ascenso de la Cultural de hoy mismo fueron los temas de actualidad repasados en este enfrentamiento dialéctico que volvió a quedar en tablas, como manda tradición, emplazando una nueva discusión para el próximo año.

Archivado en: León, Las Cabezadas, San Isidoro, Vicente Canuria, Ovidio Álvarez

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gentedigital.es
19/7/2020 - 15:19

Con mascarilla y respetando la distancia personal. Así se ha celebrado hoy la ceremonia de ‘Las Cabezadas. Comenzó con el desfile de la Corporación Municipal desde el Consistorio de San Marcelo, precedida por los maceros y la Policía Local de gala y que hizo un alto en San Marcelo, donde se entregó a patrono de León dos hachas de cera. La ceremonia se desarrolló en el atrio de San Isidoro, dirigida por el síndico del Cabildo Isidoriano, Ovidio Álvarez, y por el síndico municipal, Vicente Canuria, concejal de Régimen Interior, Movilidad y Deportes. Éste último recordó los orígenes de esta celebración que tradicionalmente se celebra el último domingo de abril. Pero, el estado de alarma por corononavirus provocó su aplazamiento.

El debate del foro u oferta de Las Cabezadas rememora el milagro de San Isidoro acaecido en el siglo XII. Reinando Fernando II, 1158 fue un año de sequía y los leoneses decidieron sacar las reliquias del santo en procesión. Al llegar a Trobajo del Camino, al arca con los restos del santo se hizo tan pesada que tuvo que se posada en el suelo, momento en que comenzó a llover y terminó el período de sequía. Tras una penitencia y ayuno de la reina Sancha Raimúndez, cuatro muchachos devolvieron las reliquias a la iglesia. Desde entonces, León entrega a San Isidoro un cirio de arroba y dos hachas de cera, de forma voluntaria según el Ayuntamiento y una obligación para la Iglesia.

En el enfrentamiento dialéctico, el síndico municipal tuvo un recuerdo para las víctimas de la pandemia de coronavirus, pidió la intercesión del santo en el partido de la fase de ascenso de la Cultural contra el Yeclano, para que gane el equipo leonés y aludió a la cabezonería de la Iglesia por no reconocer que el tributo de León es voluntario. Por su parte, el síndico del Cabildo reiteró que la ciudad de León tiene una obligación con San Isidoro y recordó el carácter del cazurro leonés. Recordó que el santo recibió el cirio incluso en la República.

La discusión acabó sin acuerdo, como manda la tradición. Tras la misa en la basílica, la ceremonia finalizó con el acto que le da nombre, el saludo de despedida de la Corporación. Tres veces. Al golpe del bastón del alcalde, los munícipes realizan una reverencia con una profunda inclinación de la cabeza, hasta tres veces. De ahí el nombre de 'Las Cabezadas'.

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