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Gente en León

con la venia señoría

Todo y nada

"Cuando comenzamos a manifestarnos por todo cuanto sentimos en nuestra solapada vida, percibimos que nuestras mayoritarias preocupaciones son mayores hacia los demás que la propia importancia que pudieramos dirigir con cierta apatia y preocupación entre nosotros mismos".

Archivado en: Manu Salamanca, todo y nada,

Manu Salamanca
19/6/2020 - 01:10

Muchas personas no admiten en absoluto que se les "encasille" ni que se les adjudique en una única etiqueta que condicione en una determinada y definitiva talla.
Decidir, controlar, como la propia atención que queremos incluir en ciertos aspectos de cada situación y en sus propios pensamientos, sentimientos y sensaciones, nos obliga a perspectivas nuevas del todo prácticas y creativas, ya que por otra parte es bueno detenerse para evitar ese impulso repentino y negativo que a veces nos dispersa e irracionaliza, nos tranquilizaremos sólo cuando desconsolados y enojados, nos sobrepongamos con valentía a su rutinaria estravagancia o rareza, sólo así superaremos peligrosas adicciones y macabras tendencias.
La inmadurez emocional que podría definirse con una sola condición en la que poder descargar muchas de las experiencias contraídas, nunca renunciaría a diversas fantasías y deseos de nuestra adorable y recordada infancia, es una señal inequívoca de su añorada trascendencia.
Se necesita una continua construcción de lazos en los que puedan y deban crearse como es lógico, fuertes dependencias emocionales en diferentes estilos y selectivas modalidades.
Nuestra aparente y perceptible moderación y templanza, podría ser un estado de fortaleza y confianza, al mismo tiempo que deliberamos sobre múltiples situaciones realistas, supuestamente equilibradas.
Comportaría un mayor grado en la obtención de su mejor condición que proyectaríamos mejor y más a largo plazo.¿Significará renunciar paso a paso a muchas de esas fantásticas irrealidades? Seremos en todo caso, más conscientes de la más hermosa posibilidad que nos permita explorar el universo del resto de nuestros semejantes, aprenderíamos a preservar el "yo" para alcanzar el "tú".
Crecer en determinación, es salir de ese peculiar letargo de irresponsabilidades y polémicas añadidas, entiendo que somos los únicos intérpretes de un excelente "guion" que contempla expectante lo que hacemos, seguro que aprenderíamos mucho de los errores. Somos un específico "Crisol" en el que entremezclamos distintas formas de concienciación, naturalmente somos ignorantes y sabios, ancianos y niños, atrevidos y cautos, maduros e inmaduros, "todo y nada" al mismo tiempo. Pasadlo bien.

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