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Gente en León

con la venia señoría

Como serpientes en el edén

"Si no se encuentra en tus manos cambiar una situación cualquiera que pueda incluso producirte dolor, siempre podrás elegir entre tus valientes decisiones, el modo en el que puedes afrontar un sufrimiento determinado".

Archivado en: Manu Salamanca, como serpiente en el edén

Manu Salamanca
31/1/2020 - 03:30

Creo que un simple propósito no es sólo una meta, es esa fuerza interna que da luz y sentido a nuestra existencia, quizá sea una energía que nos hace levantarnos cada mañana recordándonos que queremos y todo aquello por lo que vale la pena luchar..

Es cierto que cada persona somos un mundo y cada mundo tiene sus auténticos abismos y sus agujeros negros con sus fortalezas escondidas, pero saber calmarlas me parece harto complicado. Sin duda, resulta una desesperación estresante que nos atenaza con insistentes noches de insomnio amenazante y hasta a veces soporífero que nos estremece y siempre a través de un miedo extremo, atroz, que encierra una apatía angustiosa, confirmándonos una vez más la terrible prisión que la peor cárcel nos otorga la misma vida como algo insustancial y fuertemente desafiante. Nos sobrecoge, pero al mismo tiempo nos indica que no a todos nos sirve una misma llave con la que podemos resolver este nuestro cautiverio tan perverso e indefinido..

En ocasiones nos encontramos con ciertas visiones un tanto limitadas e inalcanzables pero con la obviedad de advertir de que pudieran llegar a producirse cambios que traten de hacer nuestro camino de progreso más aconsejable y sobre todo más optimista. Claro que tenemos que proponernos enfocarlo con una simple y mera cuestión de principios que atenderemos como una necesitada estrategia más realista y duradera.

Pienso que muchas de nuestras redes sociales actúan como auténticas "redes" atrapándonos. Nos trasmiten mensajes falsos y nuestros contactos más cercanos nos muestran lo que únicamente tratan de enseñarnos. Es esa imagen veloz y aceptable y que aparentemente es muy llamativa, irrumpe con el ánimo de agradar muy naturalmente y engañarnos. Nos comparamos inútilmente en ese ajetreo continuo de inexistente carnaval de identidades falsas que sólo atiende en medio de un perfecto "caos individualizado" y que organizamos en base a nuestro peor criterio y asumida decepción..

Esas valoraciones si que pudieran producir un juicio de valor auténtico, ni más ni menos que esos estados emocionales bien podrían variar su brava intensidad dispuesta a conformar una reacción que necesita de más serenidad y de posibles advertencias ¿No os parece?

En ocasiones somos ese océano enfurecido y hasta con olas de 10 metros de altura. Desde la paz y la calma que supuestamente interiorizamos, tenemos que comprometernos en tratar con seriedad y con suficiente responsabilidad y coherencia aquellas exigencias externas que muchas veces son inicialmente artificiales y que no solamente las encontramos ridículas, sino que dejarán de interesarnos tal cual, pero las afrontaremos, evitando por ello una negatividad inducida, la vida es demasiado estresante de por sí, como para amparar pensamientos que provienen muchos de ellos de exigencias sociales sin mucho sentido añadido y menos demora.

Seamos conscientes de la única y verdadera razón que conlleva un conocimiento real de cada cual, sin olvidarnos de que nuestras tentaciones viven junto a nosotros y surgen inapelables e irresistibles como "serpientes en el edén" y es que sólo nosotros conseguiremos esa potencialidad de ser mucho más felices y auténticos, mis queridos amigos. Feliz fin de semana.

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