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Gente en León

con la venia señoría

¡Me impresionarías!

"No os merecen aquellos quienes con su indiferencia y violencia os hacen sentir invisibles y ausentes; sino quienes con su atención y respeto os hacen sentir importantes y presentes".

Archivado en: Manu Salamanca, 25 de noviembrte Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Machista contra la Mujer

Manu Salamanca
29/11/2019 - 03:30

Me impresionarías cuando, llegado el momento, nada de lo que puedan decirte o hacerte los demás pudiera herir tu sensibilidad, como de todas esas opiniones y por tanto de todas esas acciones negativas que tratan de desequilibrarte tratando de sucumbirte de la manera más cruel y profunda, ignorándoles, ten la seguridad de que jamás serás víctima de sus patéticos sufrimientos y constantes vacilaciones y atropellos.
Me impresionarías si llevaras de la forma más positiva el desarrollo de todas y cada una de las relaciones de amor que idealizaste en tu vida, de cómo fuiste capaz de pensar y reaccionar, recordándonos a todos que el amor no es tan sólo un sentimiento y menos un compromiso, en mi opinión es un maravilloso presente, un mágico encuentro con cierto y próspero futuro; es el hecho de estar ahí todos los días, física y emocionalmente, no siempre son risas y momentos fáciles y felices, muchas de las personas que conocemos renuncian a su primordial objetivo apagando la llama de la compresión, de la lealtad, de la tolerancia y la concordia, anteponiendo su absurda voluntad que resume en una pobre estrategia un terrible y desangelado fin.
Ahora bien; soy de ese tipo de personas que piensa que mucho antes de que me cuentes de tus variopintas acciones y de que me hables de tus proclamas y religiones, o quizá de que trates de imponerme algunas ideologías sobre algunas de tus impresionantes creencias, primero tendrías que demostrarme cómo tratas a tu madre y si quieres a tu mujer, si respetas a tu novia, si adoras a tu hija, como de igual modo a tus seres queridos y, mucho antes de contarme cuánto amas a tu Dios y si veneras a tú Santísima Virgen. Pero..en primer lugar, dime..¿Cuánto amas a tus hijos? Dime si es verdad que lo son todo en tu privilegiada vida, pero mucho antes de que me propongas un nuevo sermón que constate mejor esa teoría sobre tu consagrada pasión por la fe y de su mística cultura, también tendrías que enseñarme su significado a través de tus portentosas obras, de tus elocuentes actos, de tus convicciones arraigadas en tú preponderante bondad y excelsa personalidad, incluso de tu compasión enfervorecedora y de tan exaltada humildad hacia tus prójimos más cercanos, sobre todo hacia aquellos que tienen mucho menos que tú, como por igual a todos aquellos que te piden ayuda porque sufren. ¿Sabes? Al final no me interesara tanto lo que me tengas que contar, sino en cómo eliges vivir tu vida actuando desde el decoro más testimonial y profundo, como el hecho de darte fomentando tu benevolente condición enriqueciéndote de los demás ¡Me impresionarías!

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