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Gente en León

De vez en cuando

También entre los socialistas

La prudencia es una de las cualidades que menos practican los políticos. No saben por dónde echarle mano. Les quema. Ahora bien, con la imprudencia se entienden mucho mejor. Y la ejercitan sin que les dé un zurriagazo el cerebro o un calambre en la cavidad bucal. En la lengua. Y todo esto viene a cuento por el asunto de la titulación fallida de un ya exdiputado nacional del Partido Popular por la circunscripción de León. Que si dale, que si zumba, que si había mentido, que si la abuela fuma... y se armó la de San Quintín. Natural.

Archivado en: Julio Cayónb, Luis Tudanca, José Miguel González Robles, José Manuel Franco, Elena Valenciano, Patxi López,

Julio Cayón
29/11/2019 - 03:30

Y en el medio de toda esa metralla de acusaciones y desconfianzas plenas apareció la figura -entre otras varias, naturalmente- de Luis Tudanca, el secretario y ‘amo' del Partido Socialista en Castilla y León, lanzando desde las tripas llamaradas de fuego purificador. Abrió la boca, enseñó lo dientes y exigió responsabilidades políticas -la dimisión del cuestionado y muy mal asesorado ex parlamentario y ex secretario provincial del PP- a sus homólogos ‘populares'. Y, oiga, se quedó tan ancho. Tan compuesto. Tan puro y tan casto como el trigo sin moler. Ha visto la paja en el ojo ajeno y nunca la viga en el propio. Un fenómeno.
Y sin defender en ninguno de los casos -la ha cagado y tiene escaso amparo social- el desliz o la chapuza del ex representante leonés en la Carrera de San Jerónimo, los socialistas, en su propia casa, han tenido los mismos problemas con currículos inexactos. O engañosos. O inflados. O falsos. Y no ha pasado nada. Es más, en algunos de los supuestos, los afectados, políticos de primerísimo nivel en ese momento -Patxi López, Elena Valenciano, José Manuel Franco y algunos otros- salieron, incluso, fortalecidos, indemnes, gracias a un respaldo partidista inimaginable.
Y sin ir más lejos, señoría, uno de los paradigmas recientes -y no por el ‘nivel' público del interesado- ocurrió en el 2018 con un procurador -también leonés, por cierto- de la bancada de Tudanca en las Cortes de Valladolid, quien, en sus datos personales, por ‘error', incluyó una formación académica ‘cocinada'. Y ahí quedó la cosa. Se ‘justificó' el asunto y aquí paz y después gloria.
De manera, que eso de buscar el escaparate mediático tirándose en plancha a la yugular del adversario -¿o es enemigo?- debe pensarse dos veces. Y contar hasta diez, once o doce. Porque antes es mejor, mucho mejor, mirarse la espalda baja, el nalgatorio, por si todavía quedan, adheridos, antiguos residuos orgánicos. Y suelen quedar, sí. Muy pegados y muy secos. Pero huelen.

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