Quién lo iba a decir que alguien que no juega a la política, y que ha dedicado su vida y su inteligencia natural a desarrollar una empresa hasta colocarla en el cenit mundial y que, para orgullo de los leoneses, nació en el pueblo de BUSDONGO donde su padre, trabajador del ferrocarril desarrollaba su trabajo en la citada localidad. Con el tiempo empezaría su vida laboral como repartidor en una conocida camisería en La Coruña para luego establecerse con la perspectiva de poner en moda artículos a bajo precio.
Archivado en: Maximino Cañón, Irene Montero, Pablo Iglesias, Amancio Ortega, donaciones sanitarias contra el cáncer, limosnas de Amancio Ortega
Maximino Cañón
31/5/2019 - 02:20
De su evolución posterior nada puedo añadir a lo que la mayoría del mundo conoce. Todo esto viene a cuento, como se dice entre el paisanaje llano, para contestar al intento de desprestigiar a tan querido empresario: primero porque es muy de agradecer que un español se encuentre entre los hombres mas ricos del mundo, a base de trabajo y olfato empresarial; y segundo porque no hay que olvidar la riqueza que, tanto como generador de empleo, como pagando impuestos, aporta a nuestra economía.
Y ahora, entrando en materia, me quiero referir a las impresentables manifestaciones que, primero Irene Montero y su compañero Pablo Iglesias, o viceversa, militantes cualificados del partido UNIDAS PODEMIOS, han hecho durante los días previos a las elecciones municipales. Amancio Ortega no se presentaba en ninguna lista, pero ganó en todas las circunscripciones como consecuencia de haber ayudado a muchos miles de pacientes que en estos momentos se benefician de los más de 400 equipos dedicados a diagnosticar y tratar el cáncer con equipos de radioterapia, de mamografía digital, braquiterapia, resonancia, aceleradores lineales en la sanidad pública, a cambio de la única satisfacción de poder ayudar a sus semejantes, con la "limosna" de 309 millones de euros, según Pablo Iglesias e Irene Montero. No he querido tomar partido antes de las elecciones manifestando lo que yo, como la gran mayoría de los españoles piensan al respecto, pero una vez pasadas éstas y a la vista de los resultados obtenidos por quienes profirieron estas expresiones creo que ha habido un clarísimo vencedor que se llama AMANCIO ORTEGA, CON MAYÚSCULAS, y unos claros perdedores como fueron los que han dejado casi toda la pluma en estas últimas elecciones y que, a buen seguro, algo habrán tenido que ver las desafortunadas manifestaciones que desde su partido se han vertido. Larga vida a AMANCIO ORTEGA.
A Javier Fernández Alfageme en recuerdo de los años vividos en la calle de Renueva.
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