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Enamorados, lo que va de ayer a hoy

Maximino Cañón y Luis Cañón escriben esta semana sobre el amor, a propósito de la reciente celebración de San Valentín -14 de febrero-, pero cuyos efectos se prolongan este fin de semana que es cuando hay tiempo de celebración. Mucho ha cambiado el amor y su forma de celebrarlo en las últimas décadas...

Archivado en: Cañón contra Cañón, Luis Cañón, Maximino Cañón, enamorarse, regalos por San Valentín, el amor de ayer

Maximino Cañón & Luis Cañón
15/2/2019 - 02:20

ENAMORAMIENTOS CON FECHA

MAXIMINO CAÑÓN

Se está enamorado como un burro, se decía cuando algún amigo se despegaba de la pandilla por haberse echado novia. Yo nunca supe lo que sentía un burro al estar enamorado. A lo mejor de ahí viene lo de ‘burrada'. Esto tiene relación con la pasada celebración del, ya famoso, ‘día de los enamorados'. Mucho deben los establecimientos de regalos y de restauración a la archifamosa película española ‘El día de los enamorados', en la que participaba todo el elenco de famosos del momento, resaltando los valores del enamoramiento en aquellos años (1959.
Que yo me acuerde, hasta esa película, la gente se enamoraba, se echaba novia/o, se casaba y se cerraba el ciclo. Los regalos sólo se hacían en los cumpleaños y en los Reyes. Luego la cosa, como todo sabemos, fue a más y los ahorros a menos. Aquella película transmitía un noviazgo de color rosa (que no digo que para muchos no lo fuera) en la que las parejas protagonistas eran de una seriedad y formalidad aparente que en nada se parece a lo que hoy vislumbramos, sin calificar lo de antes respecto a lo de ahora. La celebración de entonces consistía en pasear del brazo por Ordoño, si la cosa se consolidaba; en ir al cine o al baile, pero todo sin llamar la atención con los comportamientos y cumpliendo a rajatabla aquello de ¡a las diez en casa! y el que no esté a la hora no cena ni sale al día siguiente.
Ahora, tanto ese día como cualquier fin de semana, casi todos y todas están en casa a las diez pero es porque salen a partir de las once de la noche. ¡Si algunos levantaran la cabeza...!

SAN VALENTÍN

LUIS CAÑÓN

Se estQuerido Maxi:
Lo que hubieras dado tú y media banda del Forecu por haber podido salir de fiesta a las once de la noche y volver a casa de madrugada, sin tener que dar ninguna explicación.
Nunca es tarde, y si te llama tanto la atención, yo me ofrezco a acompañarte. Últimamente no es que salga mucho, pero algún local de aquellos aún queda abierto, y sino siempre nos quedará La Senda de los Elefantes, lugar por el que no pasan los años, donde siguen los mismos fenómenos de hace veinte años, pero ahora con la camisa por fuera y los pantalones remangados varias vueltas.
Nosotros, el día de San Valentín, lo celebrábamos porque era el cumpleaños de Toral (Ramonín), y ese día había invitación con aquellas medias lunas bañadas con una capa finísima de Tulipán o Natacha y rellenas con chorizo Revilla o salchichón.
Estamos de acuerdo en que el ‘día de los enamorados’ es un invento para vender más, ¡bendito invento! Una magnífica disculpa para que consumamos, y movamos los euros en un mes tranquilito, ya que Carnaval este año llega muy tarde. Sin duda una buena ocasión para finiquitar las rebajas con las últimas compras, para salir a comer a uno de los restaurantes que ha elaborado un menú distinto, y por supuesto, una buena disculpa para que las empresas se anuncien en los medios de comunicación.
Así que Maxi ráscate el bolsillo, y este año que no te escapas al “Templo de los Ladrillos Coloraos”, compra a tu señora un bonito regalo o invítala a cenar a un restaurante con mantel de hilo.

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