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Gente en León

De aquellas 'Nochebuenas' a estas 'Nochebuenas'

Maxmino Cañón y Luis Cañón escriben esta semana sobre las entrañables fiestas navideñas y en especial sobre la Nochebuena desde las distintas perspectivas que generan la experiencia, la edad y la distinta época social y económica vividas.

Archivado en: Maximino Cañón. Luis Cañón, Cañón contra Cañón, Nochebuena, Navidad

Maximino Cañón & Luis Cañón
21/12/2018 - 08:24

De aquellas 'Nochebuenas...'

MAXIMINO CAÑÓN

Ahora hay muchas noches de fiesta pero lo de ‘buenas' es discutible. Cada uno que defienda lo que mejor le parezca Se percibía en las calles desde el amanecer el día. Los villancicos que por la Avenida Padre Isla se escuchaban, mediante unos pequeños altavoces en línea, de establecimiento en establecimiento, impregnando de alegría a los viandantes. (No como ahora, que no hay ni luces). Recuerdo con nostalgia positiva como ese mismo día en los bares del barrio, con la trapa echada, se juntaban los vecinos de la calle para alternar a base de Tío Pepe o de Moriles, como acto introductor de la noche mientras, las mujeres (en eso no ha cambiado mucho la cosa), preparaban la cena en casa.
Eran noches de mucha luminosidad ya que algunos, dejándose llevar por el contento de la ocasión, llegaban ‘alumbrados' a casa sin necesidad de linternas. Lo que más valorábamos era el postre, a base de pequeños trozos de turrón (debidamente tasado), figuritas de mazapán y peladillas. Después se brindaba con sidra ‘El Gaitero', se cantaba, y, quienes tuvieran edad, fumaban sendos puros o farias. Eran la única noche, que yo recuerde, que hasta los chicos de una cierta edad (16 a 20 años) echábamos un pitillo en presencia de los mayores y, también, siguiendo con lo excepcional, alguna fémina se fumaba un pitillo ‘rubio' (LM o Chesterfield del momento). La noche se solía extender hasta altas horas, con toda la familia en casa (entonces no se salía mas allá de la vecindad), jugando una partida a la brisca o al parchis. Era la ‘noche buena'. ¡Felices Fiestas! Y que nos sigan aguantando que aquí hay buena GENTE.

... A ESTAS 'NOCHEBUENAS...'

LUIS CAÑÓN

Querido Maximino: No seré yo quien te quite la ilusión de aquellas noches de antaño. Coincido contigo en que ahora apenas se escuchan villancicos y los pocos que suenan, son en lengua inglesa. Qué curioso ¿verdad? En Norteamérica todas las estrellas de la canción, durante estas fechas tan "entrañables" cantan villancicos con orgullo y pasión, hecho extraño en nuestro país, en el que parece que sólo han existido Raphael y Leonardo Dantés.
Con respecto a las luces te diré que, las que hay, me parecen más que suficientes, para algunos, este asunto y el poder de la ‘mano negra' como decía la gran Estela Reynolds, ha sido el tema estrella estos días, cuestión de estado. Pero lo que es evidente es que Ordoño II y San Marcelo, lucen y brillan como nunca.
Las cenas ya no son tan copiosas como antes, cuando la gente esperaba estos días para ponerse las botas, como si no hubiera un mañana. Las mujeres ya no están horas y horas cocinando, eso se acabó (¡por fin!), cada vez abren más restaurantes y hoteles, la gente no quiere desfondarse cociendo langostinos y haciendo consomés, y son muchas las familias que por falta de tiempo o desconocimiento en el mundo de la gastronomía, recurren a empresas de catering que te ofrecen un magnífico menú listo para llevar y tomar.
Al final, la comida y el vino es lo de menos, ya que como decía una señora hace años, al día siguiente te vas a levantar en ayunas igual, lo importante es juntarse con la familia y como bien dices, tocar la armónica y cantar. Tampoco me gusta que durante esa noche la gente salga a tomar copas y se vaya de fiesta, como tampoco me gusta que el protagonista de esa noche sea ese ser gordo que viste de rojo y que anda con un badajo, pero ya sabes, son otros tiempos y otra GENTE.

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