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Gente en León

Mentiras y engaños

Catástrofes

No vengan después como aquel primo, a decir que todo es mentira y que los científicos no avisamos... Mientras los políticos y los gestores, siguen haciendo caso omiso a las recomendaciones y no paran de promover (o hacer la vista gorda) que se viva en plena naturaleza o que aumenten, sin control, las construcciones al mayor velocidad que aumenta la demanda.

Archivado en: Nicolas Pérez Hidalgo, catástrofes, cambio climático, construcciones en el monte y la playa, liberalización del suelo de José María Aznar

Nicolás Pérez Hidalgo
19/10/2018 - 03:30

Antaño, difícilmente se pensaba en montarse uno un chalecito en el monte, ni se construía nada en barrancos ni torrenteras. Pero llegó la codicia y el fulano de turno (creo que fue José Mari) creó la burbuja y cada cual la infló como quiso y como pudo. Y así, se sigue construyendo donde no se debe y se siguen montando vías de comunicación al margen del territorio y sus características. Nos creemos dioses y nuestros discípulos, los ingenieros y tecnólogos, piensan que pueden con todo. Vayan también pensando que lo del cambio climático con el deshielo, la desertización galopante y el aumento de ciclones, tormentas tropicales, huracanes, ciclogénesis explosivas o como quieran llamarlos ahora los meteorólogos, es nada.
No paran de publicarse estudios sobre qué pasará dentro de unos años cuantos años (no tantos). Así, este verano unos americanos publicaban que con el cambio climático las plagas provocaran un aumento de entre el 30 y el 50% en las pérdidas en cultivos tan importantes como el trigo o el maíz, simplemente porque los insectos que ahora están tranquilitos en el sur irán desplazándose hacia el norte. Sin irnos tan lejos, se ha publicado esta semana que pasaremos a ser de aquí al 2040 el país que tendrá mayor esperanza de vida. Rondaremos los 85,8 años de media. Pero no preocuparse tampoco mucho, porque otro dice que para 10 años más tarde (allá para el 2050) no podremos alimentarnos porque todos juntitos sumaremos 10.000 millones.
Aunque quizás la predicción más catastrófica sea la que vaticina que según avancemos en el siglo, la cerveza será más cara porque habrá menos cebada y que pagaremos cuatro veces lo que vale actualmente. Tendremos que empezar a tomar medidas. O bien vamos almacenando granitos para fabricar el oro líquido y alimentamos el ganado con otra cosa o empezamos a hacer cerveza con otras historias. Aunque por aquí, siempre nos quedará el vino, o ¡quizás tampoco!

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