Gente en León

UGAL-UPA se presenta a las elecciones a Cámaras Agrarias del 11 de febrero junto con UCALE-COAG dentro de la marca Alianza. ¿Por qué deberían votar los hombres y las mujeres del campo a esta organización?
Tendrían que votarnos por la defensa que se está haciendo de toda la problemática que tiene y por los servicios que estamos dando y porque somos una organización exclusivamente de la provincia de León que en estos momentos estamos presentes en todos los lugares donde se toman decisiones. Además de eso, tenemos unos servicios que llegan directamente a la gente, pero no solo eso, sino que hemos estado desarrollando y apoyando en los últimos años todo lo que es la modernización de regadíos y sobre todo el movimiento cooperativo que es donde vemos que la explotación familiar debe estar enclavada para resolver sus problemas.

¿Con cuántos asociados cuenta UGAL-UPA en León y cuántos con UCALE-COAG?
Ahora mismo estaríamos por encima de los 2.300 afiliados entre los dos. Pero aquí lo que hay que tener en cuenta es que no se pide el voto sólo a los afiliados, sino a todo el censo de los más de 5.000 que están convocados a votar el 11 de febrero. Cada uno puede votar libremente a la organización que quiera. Lo que se vota ahora es a las organizaciones, a una de las tres siglas que nos presentamos en la provincia de León, no a personas concretas.

En las elecciones de hace cinco años la Alianza obtuvo el 34,4% de los votos. ¿Se marcan superar ese techo de votos o al menos superar a ASAJA?
Siempre que uno se presenta a las elecciones es para ganar, lo que no puedes es presentarte pensando que vas a perder. Lo primero es que nosotros vamos a estas elecciones con intención de ganar con nuestra coalición. Pero tengo que recordar que aunque Asaja ganara, si las tres organizaciones restantes nos uniéramos, lo pasarían muy mal. Pero sí, nos presentamos con la intención de superar los resultados de hace cinco años. También digo que después del 11 de febrero seguiremos haciendo lo mismo que estamos haciendo ahora, atendiendo a nuestros afiliados, apoyando el modelo cooperativo, apoyando las negociaciones para mejorar los precios o la necesaria modernización de los regadíos.

¿La Junta de Castilla y León o el Gobierno central tiene más responsabilidad de la mala situación que atraviesa este sector?
Son diferentes competencias. La Junta tiene unas competencias transferidas y el Gobierno tiene otras. En estos momentos lo más importante que hay como es el tema de los seguros, las ayudas de la sequía y demás, dependen íntegramente del Gobierno central, pero también la Junta tiene que ser la portavoz de nuestra problemática para resolver los temas. Por ejemplo, todo lo que ha pasado con el asunto del agua, que no haya quedado en la provincia de León nadie exento del pago del canon a través de Confederación, después de que nos haya dicho la Junta que sí íbamos a tener esas compensaciones... Lo que vemos es que las competencias de unos y de otros al final no se plasman en una realidad de defensa de unos intereses y solución de los problemas que generó las heladas y la sequía.

¿Sigue habiendo cazasubvenciones?
Cada vez menos porque el agricultor activo tiene que declarar esa actividad presentando facturas de todo lo que hace, tanto en el tema de compras como de ventas, con lo que afortunadamente hay menos cazasubvenciones. Lo que sí hay son personas con rostro que son los profesionales del campo que son a los que nosotros defendemos y a los que nos debemos.

Siguen apostando por ir a una mayor profesionalización.
Siempre. Tenemos muy claro que las ayudas, y en la nueva PAC espero que así sea, tienen que ir a parar a los que producen alimentos, cuidan el ganado y cultivan la tierra. El resto tiene que ser eliminado del sector.

Además de las organizaciones agrarias, la misma Consejería de Agricultura y Ganadería está obligada a realizar campaña institucional para promover el voto en estas elecciones. ¿Confían en que se haga algo o que se haga bien?
Lo único que confío en la Junta de Castilla y León y en los funcionarios es que no hagan nada. Que no hagan campaña, que se queden como están, ni a favor de unos ni a favor de otros. Porque en esta provincia nos encontramos con casos como que algún que otro funcionario/funcionaria, no todos afortunadamente, cuando va un agricultor o ganadero a la Delegación de la Junta siempre le dirigen a la misma organización. Por eso quiero lanzar el mensaje de que todos tenemos los mismos derechos y que si piden información le puede mandar a cualquiera de las organizaciones de la provincia, pero no siempre a los mismos, que casualmente es Asaja.

Es una acusación muy seria ésta, ¿no cree?
No es una acusación. Puedo demostrar lo que digo, que de vez en cuando llega alguien a pedir una información y le mandan para Asaja. Repito, algún que otro funcionario o funcionaria, no todos.

¿Queda algún margen para la negociación con las administraciones y con la industria agroalimentaria?
El único margen de maniobra que tenemos ahora mismo es que debemos seguir hablando de contratos, como el del sector lácteo, y que esos contratos tengan la máxima duración posible, con revisión del IPC o los diferentes precios. Eso se está consiguiendo en el sector lácteo. En el ovino, el vacuno, etcétera... se están haciendo esos contratos. En el resto, quitando las cooperativas que hacemos contratos para el girasol, la colza o la remolacha, no hay ningún tipo de contrato con la Administración, sino todo lo contrario, pues ahora dependemos de las importaciones indiscriminadas que está habiendo sin aranceles, sobre todo de Ucrania, en el trigo-pienso, en el maíz y en la cebada que está hundiendo los precios de nuestro país y más de esta provincia por lo que al maíz se refiere. Lo que pedimos a la Administración es que controle, que ponga aranceles a esos países de fuera de la Unión Europea para que no compitan con nosotros porque su situación es totalmente distinta en el sistema de producción.

¿Y con la remolacha qué pasa?
Pues que tenemos unos problemas muy serios. Nos quedan unas 1.300 hectáreas que arrancar, de las cuales más de 900 no se han regado desde el mes de agosto, con una producción muy mala. La primera semana de marzo se abrirá para recogerla. El resto nos hemos visto obligados a hacer un colectivo con ACOR debido a la discriminación que está haciendo Azucarera desde su sociedad AgroTeo que controla con un 51% beneficiando solamente a los que están dentro de esa sociedad en perjuicio del resto de los remolacheros. Esto no lo podemos permitir. Creemos que todos los remolacheros somos iguales y que las ayudas que dan en un lado sean también para las de otro. El colectivo abierto con Acor permitirá que parte de la remolacha tenga los mismos tratos y los mismos beneficios.

¿Con independencia del resultado de estas elecciones cree posible una futura fusión entre las dos organizaciones que van unidas para los comicios?
Las dos organizaciones estamos trabajando en conjunto desde hace mucho tiempo. Lo de las fusiones sería un tema más largo y más a nivel regional. El hecho de estemos trabajando juntos en muchos aspectos comunes creo que significa que nos entendemos.

¿Beneficiaría en algo que fueran menos organizaciones?
Cada vez somos menos gente en el campo. En el resto de Europa son dos organizaciones las que funcionan, una de tendencia más social, hacia las explotaciones familiares y profesionales; y otra más industrial, de apoyo a las grandes explotaciones o terratenientes. Soy consciente de que aquí tendría que haber también dos organizaciones. Eso es a la larga a lo que tendríamos que llegar. Piensa que hoy somos el 3,5% de la población activa y en poco tiempo seremos ni siquiera el 2%. No hay para tantos. En el campo hay dos formas de actuar: por convencimiento o por necesidad.

Usted dice que no es el momento de pedir la dimisión ni de la consejera ni de la ministra de Agricultura.
Lo que no puedes es decir como ha dicho un destacado sindicalista de esta provincia que el que vote a otras organizaciones que no sea la suya es que apoyamos la política de la Junta. Tengo que decirle que las Elecciones Autonómicas son las que deciden el gobierno de esta Comunidad, y quien decide quién es el consejero o consejera y que desarrolle la política del partido que ha ganado. Ahora mismo no es el momento de poner esas etiquetas ni de decir que se está a favor o en contra. Lo que hay es una negociación clave con la Unión Europea hacia un presupuesto fuerte y que no tengamos que cofinanciar la nueva PAC 2021-2026, porque si España tiene que cofinanciar la PAC estamos perdidos, porque con la situación de España no podríamos competir ni con Francia ni con Alemania ni con el resto de los países y la desigualdad será mayor. Por eso apoyamos esa negociación. Ya hablaremos de si se está haciendo mal o bien.

¿Qué opina de las Cámaras Agrarias? ¿Tiene sentido mantenerlas?
No. Ya he dicho que después de estas Elecciones Sindicales, con el resultado que haya, se disuelvan las cámaras que son unos organismos inertes, que no tienen ningún tipo de competencia y no sirven absolutamente para nada, sino simplemente para albergar a unos okupas que son los JAS para desde ahí utilizar las Juntas Agropecuarias Locales y lo que ellos llaman la Lonja Agropecuaria que está al servicio de todos los almacenistas que son los que financian otras cosas.

¿No es una referencia de precios para el campo?
No. Esos precios que se ponen ahí no son luego respetados por nadie. Esa Lonja no tiene ningún tipo de fiabilidad ni ningún tipo de credibilidad. Es un acuerdo entre unos señores del JA e intermediarios, y financiado desgraciadamente por la Diputación con 30.000 euros. Lo que le pido al señor Turrado si finalmente gana las elecciones es que disuelva la Cámara Agraria al día siguiente, porque ya está bien de ser un okupa.

Usted estuvo en los inicios de la desaparecida UCL.¿Cree posible que vuelva a haber una organización fuerte como la de aquellos años 70 del siglo pasado con sus famosas tractoradas en las carreteras que lograron paralizar toda la provincia y todo el país?
Hay que tener en cuenta que ahora somos sólamente 6.000 agricultores y ganaderos de alta en la Seguridad Social en esta provincia, cuando estamos hablando que en el movimiento sindical de 1977 éramos unos 75.000, con lo cual creo es imposible que volvamos a tener aquella fortaleza. Entonces, además, solamente había una organización y un sindicato vertical, cuando ahora somos cuatro organizaciones. Sí que creo que a la vuelta de un tiempo habrá finalmente sólo dos organizaciones en este país, aunque también te digo que nunca podrán volver a ser tan fuertes como lo fueron en aquellos momentos de los que hablamos, simplemente porque somos muchos menos en el sector de la agricultura y la ganadería.