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Gente en León

Ciento volando

Mantenella y no enmendalla

Hay una mujer que está muerta y viva. Se llama Juana Escudero Lezcano y a pesar de estar muerta, ella, ella misma reivindica su vida. El Juzgado de Málaga es contumaz, ella reposa en el nicho nº 4938 del cementerio de la capital malagueña, Juana está muerta.

Jaime Torcida
29/9/2017 - 10:00

No es por ponerse nada “cabezona”, pero a Juana, la muerta, le da un cólico nefrítico y el médico le pregunta: Juana… ¿cómo le puede dar un cólico nefrítico a una señora muerta que está viva porque la estoy viendo? La pregunta tiene cojones viniendo de una persona que te está auscultando.
No contenta con eso Juana comprueba sus movimientos bancarios y en efecto Juana, que tiene una tienda de “chuches”, comprueba que todos los meses la Seguridad Social le carga el recibillo de autónomos y le abona la pensión de viudedad. El muerto es él, se ve claro, yo soy la viuda, trabajo, cobro la pensión y respiro, piensa Juana. ¿Pero la hipoteca? También se paga, ¿el piso está a mi nombre y el banco sigue cobrando a un muerto? Son malos los bancos y no te abandonan ni después de muerto si hay deudas, si no las hay es porque la cuenta del muerto aún tiene remanentes y eso no es herencia, es deuda y el banco también cobra. La muerta también ingresa a diario en el banco y firma los ingresos. Juana va a la Seguridad Social a que le resuelvan la incógnita de su vida y muerte, vamos que la viva va a contarles su vida a los funcionarios y a decirles que esa fe de vida laboral que entregan todos los años a los que estamos laboralmente vivos y somos autónomos le llega puntualmente y la cuota también y ella no puede ir al médico. Los funcionarios, trabajadores de la Administración a su servicio, le aseguran que se trata de un error y que el error será corregido. Pues bien ahora Juana, una modesta vendedora de chuches, madre y abuela, bragada en tareas administrativas tendrá que instar por su cuenta y riesgo una declaración de fallecimiento del ocupante de la tumba 4.938 del cementerio de Málaga, o de lo contrario Juana, la que está viva porque respira seguirá muerta para la administración. Se trata de un error y el error hay que corregirlo, así en intemporal e impersonal.
Y así, en intemporal e impersonal, la administración ha metido a Juana en un fregado tonto, la ha dado por muerta y no la volverá a resucitar hasta que la propia administración no reconozca su error. Juana, ante tanta efectividad al reconocer el error por parte de la Administración, como inactividad para corregir el error por parte de la Administración y en la prevención de no poder renovar el DNI ha puesto las cosas en manos de un abogado. Juana, queriendo resucitar no sabes muy bien donde te metes. Yo ante la incertidumbre de estar muerto haría lo mismo. Al final entre todos, la Administración no somos todos, la matamos... y ella sola se va a morir. Menudo lío en la Administración si se muere dos veces... Porque nadie en la Administración aceptara que los herederos lo hagan a beneficio de inventario... que ellos ya han hecho inventario para el muerto nº4.938 del cementerio de Málaga. Pero Montoro cobrara derechos rea les... a los vivos que pretenden heredar a un muerto dos veces.

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