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Gente en León

un amigo de león

Uno de León...

Como era de esperar el mes de abril arrojó una importante bajada del paro, debido a la coincidencia de la Semana Santa y a la bonanza climatológica, que hizo de León una ciudad con las plazas hoteleras ocupadas durante unos días, sobre todo del Jueves Santo al Sábado Santo, con el consiguiente flujo en el sector servicios y, sobre todo en las zonas céntricas o de obligado visiteo monumental.

Archivado en: Maximino Cañón, turismo, Semana Santa, paro, empleo, industria

Maximino Cañón
19/5/2017 - 03:30

La conclusión que uno saca cuando ve en qué lugar de actividad nos encontramos en la Comunidad Castellana y Leonesa es que tenemos que hacérnoslo mirar, pero por nosotros mismos, porque según un dicho popular: ‘No corre mucho el de adelante si el de atrás no para'. Y aquí lo que tenemos que hacer es eso, no parar de pensar y de aportar soluciones a los problemas que, tanto de despoblación como de emigración, aquejan a nuestra provincia. Es cierto y deseable que cada vez nos lleguen más visitantes que buenos dineros no dejan, además de publicitar lo bueno que tenemos, que es mucho. Pero también es cierto, y compatible con el irrenunciable turismo, que aquí nos hace tanta falta como el comer, el asentamiento de un tejido industrial y tecnológico estable que pueda paliar la sangría forzosa de gente joven y preparada que cada día sale de nuestro León. Tenemos que suplir la pérdida de puestos de trabajo y de riqueza que nos aportaban las minas, los bancos, las entidades de ahorro y un largo etc. que ahora, por ejemplo, están reducidos a la mínima expresión.
Mientras los que aquí nos quedamos vemos con impotencia como cada vez el censo merma y nos señala que somos menos y mucho más mayores. Se trata de que en vez de estar todo el día pronunciando palabras huecas sin aportar nada útil, nos pongamos a pensar en cómo crear industria y actividad empresarial, potenciando la agricultura y ganadería, que todavía nos queda, para que frene el éxodo forzoso a que están abocados parte de la juventud, y también de mayores en edad de trabajar. Porque a mí me duele todo cada vez que escucho la siguiente frase: ¡Uno de León! Y contesta... ¡marchando! Como si se tratara de ponerte una tapa en cualquier bar para acompañar al vino de alterne, cuando la verdad es que lo que piensa es poner tierra por medio sin dejar de añorar nunca la suya. Que nuestros deseos no queden en saco roto.
Atrás queda aquel Bierzo con la ciudad del Dólar, que el nombre lo decía todo. Aquellas riberas del Torío que satisfacían a León con sus cántaros de leche y, como en casi todos nuestros pueblos, con gente joven para mantener viva la provincia.

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