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Gente en León

Opinión

El Pendón de Baeza

Nunca pude pensar que el Pendón de Baeza podía dar tanto juego. El Pendón de Baeza, una leyenda apasionante donde las haya... para los apasionados de la vexilología militar, es eso, una leyenda. Y es sorprendente porque levantar la Colegiata de San Isidoro a golpe de leyendas tiene lo que tienen las cosas que se levantan sobre infundios, tiene poca o poquísima consistencia.

Archivado en: Jaime Torcida, Pendón de Baeza, Hemanamiento León con Baeza

Jaime Torcida
05/5/2017 - 08:39

Hay cultura en el Panteón de los Reyes para parar un tren, la hay en el cáliz de Doña Urraca, y hay también una puerta del perdón en la Colegiata como en Santiago... y además hay mucha leyenda y muy bonita sobre San Isidoro, su sabiduría y sus hazañas militares. Y además tiene un buen hotel en su territorio. Suficiente y más para que San Isidoro tenga la consideración monumental que le corresponde. Por eso me llama sorprendentemente la atención que hemos puesto sobre dos de las leyendas más tradicionales y sin duda interesantes de nuestro panorama religioso-literario para poner en valor la ciudad monumental: Grial y Pendón. Otra leyenda; Genarín y el camión de la basura, más moderna, ya toca a caduca y ha transformado los Jueves Santos de León a los que la leyenda adjudicaba un papel penitencial y franquista en un macro botellón.
La experiencia en el manejo de las leyendas como fuente de atracción turística debía de venir a nuestros gobernantes de la experiencia y de la ciencia, nunca del capricho y de la improvisación. Leyendas como las de ‘La sirenita’ en Copenhague son todo un símbolo y una experiencia. Tratar la leyenda de historia y recorrer la ciudad a golpe de maceros y con las autoridades al frente y con un capitán general pinchado en un palo es más propio de tiempos remotos que del siglo XXI. Hermanar la ciudad de León con la ciudad de Baeza un acierto, hermanar es siempre un acierto. Pero León y Castilla no son ni siquiera hermanos... ni primos... no tenemos nada que ver unos y otros. Es algo paradójico.Quizás uno de los motivos fundamentales para entender este sinsentido de dar a Baeza un feliz hermanamiento y a Valladolid un discreto alejamiento tenga más que ver con el temperamento que con el carácter. Valladolid es hoy el hermano mayor y Baeza el primo lejano al que invitamos a visitarnos porque tenemos en custodia un reloj del abuelo que nos gustaría tener a todos. Al hermano lo sufrimos todos los días y el primo sólo está de visita e invitado... y además trae regalos. Hay que agasajar al primo y regañar con el hermano.¿Cuántas veces nos pasa algo parecido en familia? Sin embargo los habitantes de la ‘puta Pucela’ no sienten en sus carnes esta especial animadversión que tenemos los leoneses por los castellanos cuando identificamos a Valladolid con Castilla. Ellos son actualmente nuestros hermanos mayores. Los demás hermanos preferimos la parentela de leyenda céltica y hasta astur con la vecina del Norte aunque nos separe una cordillera y todo un modo de vida, a la familiaridad vulgar de la jota castellana, por cierto un tesoro de la música popular... leonesa. Y así hasta la extenuación de un habla propia que si no es propia aún lo llegará a ser algún día porque siempre ha sido la forma tradicional de hablar en nuestra tierra: el lleunés, el idioma por excelencia de la Tierra de León, que casi nadie habla en la tierra de León.

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