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Gente en León

Mentiras y engaños

Consultas primarias

A lo que se ve, en este país no hay nada peor que intentar colocar urnas para que la gente pueda expresar su opinión. Si no que se lo pregunten a algunos dirigentes catalanes que empiezan a sufrir las inhabilitaciones para cargo público, en lo que vienen siendo un aviso a navegantes en las procelosas aguas consultables.

Archivado en: Nicolas Pérez Hidalgo, primarias, consultas primarias, partidos políticos, dedo divino

Nicolás Pérez Hidalgo
24/3/2017 - 02:20

Debe ser igual de malo que anunciar que los socios del charrán podrán elegir a su mandamás donde antes el dedo divino y las amenazas dirimían estos asuntos. Como peor es repetir la primaria consulta de los encarnaos. Eso sí, como quien las ganó entonces, sabe bien cómo se saltaron a la torera las normas, imagino que ahora pondrá los medios para estar más vigilante.
Pocas salidas le quedaban a unos y a otros en el tablero de la lucha por el trono, que tirarse a la arena y a los navajazos por las esquinas. Imagino a los estrategas con sus listas de afiliados, apuntando los votos para uno u otra y empezando a amenazar con represalias si no se vota lo que les interesa en el día D.
Yo confieso que amañé las primarias en la agrupación socialista en la que militaba por aquel entonces y otros muchos lo hicieron en otras. Aunque para poder dormir tranquilo he de decir que en la mía cada uno votó lo qué quiso y a quién quiso, sin tener que ir a meter la papeleta en la urna, gastando tiempo y dinero. En otras imagino que sucedería lo mismo. Porque en estas cuestiones todo el mundo sabe que es lo que más le conviene, si quiere seguir en esto de la mamandurria política.
Desde el día 26 habrá algunos esperando con el cuchillo entre los dientes la venganza que se les viene negando desde hace unos meses y otros no sabrán si ir con San Antón o con La Purísima (el vasco es convidado de piedra para quitar votos), porque lo que suceda entonces marcará el reparto de poder en las autonomías y posteriormente en las provincias. Así será, porque el orden de congresos para elegir al cacique en nuestros partidos, no es el lógico de abajo arriba, sino al contrario, para que el poder pueda aplastar como a una mosca a aquel que no le apoya, celebrando innumerables ‘bodas rojas'.

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