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Gente en León

Mentiras y engaños

Negarlo todo

A estrategia parece clara. Hay que hacerse ‘el orejas' y negarlo todo. Que tú parienta (o pariente) te pilla en la cama con otro o con otra (o con varios)....; no preocuparse, lo importante es mantener la calma y soltar la socorrida frase: ‘Cariño, no es lo que parece'.

Archivado en: Nicolas Pérez Hidalgo, corrupción, tarjetas black, caso Gürtell

Nicolás Pérez Hidalgo
14/10/2016 - 02:20

Nunca hay que admitir nada. Otros tendrán que demostrarlo (si pueden y les dejan). Así funciona nuestra lamentable y lentorra justicia, la oficial y la oficiosa. Asistimos atónitos a grandiosas frases de los dirigentes de derechas negando que ninguno de los supuestos ladrones, malversadores o amigos del cohecho, que ponen el culo en las múltiples ‘causas' sean del partido (dimitieron ayer, claro). O mejor aún frases del estilo: "Yo por aquel entonces no estaba en esto... jugaba a las canicas en el patio del colegio". Los del sur no les van a la zaga cuando no conocen a los trincones de los ERE o repiten con acento andaluz, camelador y mentiroso, el "yo no sabía nada"... "ser jefe no implica conocerlo todo".
Lamentablemente hay tantos casos Gürtel o tarjetas black o robos sindicales y patronales en nuestra provincia que daría para hacer sesudas investigaciones y grandiosas tesis doctorales, analizando las mentiras y los engaños. Claro está que habría que ver quién las hace, porque recientemente he leído que una empresa del Levante elabora tesis doctorales por encargo.
Todo tiene un precio, y el currículo y el prestigio también se compra, sino revisen los comentarios en el juicio de la ‘Gürtel' sobre cómo pagaban a Sepúlveda su formación, para que aparentara ser culto siendo ‘cortito'. ¿Cuántos padres de la patria estarán matriculados en universidades acumulando títulos para adornar su perfil de lameculos de partido? Más importante que conocer los bienes de sus señorías, es conocer su currículo. No sea que alguno lleve más de un cuarto de siglo viviendo de esto sin saber hacer la ‘O' con un canuto, o comprando títulos en nuestra mediocre universidad.
En todo caso, a ver quién es el guapo que se atreve a cantarlo todo, cuando le ponen en las manos una tarjeta ‘black' o le colocan a dedo a un hijo de funcionario de por vida. Tenemos lo que merecemos. Así es la gente de este país. Sigamos votándolo.

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