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Detrás del engaño

Ir 'detrás de la verdad', cuando sólo es posible opinar y comentar sobre las informaciones ya salidas a la luz, es interesante pero poco provechoso, porque no se llegará a la verdad sino se descubre el engaño o la añagaza que la esconde que asistimos hoy a una perversión de la realidad en el intento de que lo que es malo en sí mismo llegue a parecer bueno o menos malo.

Archivado en: Marías Dolores Otero, Rubalcaba, 15-M, Rita Barberá, Carmena, Otegui

María Dolores Otero
27/5/2016 - 00:01

La democracia basada en el respeto es para muchos bula para saltar todas las normas. El engaño está en la permisividad. Por algo Rubalcaba no ejerció el respeto debido a los madrileños cuando el 15-M hicieron de la Puerta del Sol una turbamulta malholiente que ahora hacen ver como buena (para los antisistemas). Algunos jueces, que sin duda no aprendieron las lecciones de Justicia que debieron aprobar en la Complutense por ser zurdos, han traido a España los mayores engaños. Partidos ilegales legalizados, terroristas excarcelados, medidas de arbitraje camufladas de libre expresión y un largo etcétera.
La ‘condenada Rita' sigue de porta gritos de las ocurrencias de Carmena, propias de la edad. El bárbaro pegón, que no sabe ni ponerse la visera a sus años,con tal de lucir un escudito trasnochado ¡con el que no necesitaba identificarse! El de las gracias de los judíos y otras lindezas, de apellido ilustre ¡Zapata!, como diría Romanones, ¡qué tropa!! Los tontos del Cu... ¡que no saben en que dar para ser peores y más simples que las alcalesas de la reinas brujas en Navidad, o las que no quieren turismo, ni militares y van a poner otra vez limpiabotas para quitar el paro, porque es un futuro de mucho brillo. O las que visten con faldas al muñequito de peatones para ser mas feministas que las que consiguieron ponerse los pantalones. Bueno, pues las del Cu... quieren que los niños se eduquen en una tribu y que no estén sólo con los padres, que luego les compran chucherías y eso cuesta dineroo, y en la tribu lo ahorran todo, hasta los zapatos. Seguro que ya estaban pensando en poner una fábrica de ‘taparrabines' para niños, porque estos, no dan puntada sin hilo... Y el Otegui, salió desmadrado de la cárcel. ¡Qué influencia, qué aplausos! ¡¡Lo que hace una celda carcelaria... convierte un terrorista en un hombre de Paz!! Otro engaño.

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