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Gente en León

Mis apuntes

Educando/enseñando/evaluando

Esto del mundillo de la educación tiene mucha miga y cada vez menos masa. Menos masa porque cada año disminuye el número de alumnos, causa evidente del descenso en la natalidad y el consiguiente envejecimiento de la población; y mucha miga porque como en todas partes, los intereses de unos y otros por desgracia, acaban anteponiéndose al objetivo real.

Archivado en: Ana Isabel Ferreras, educación, evaluación, Informe PISA, Erasmus

Ana Isabel Ferreras
13/5/2016 - 04:40

Parece que la educación en este país, no está en su mejor momento, realmente no sé si ha estado alguna vez todo lo bien que debiera. Llevamos sufriendo cambios legislativos con cada gobierno de turno y resulta lamentable escuchar campaña tras campaña, que es imprescindible hacer un pacto en educación y blindarlo para que no se pueda modificar a salto de color político. Años prometiéndolo y lo único que vemos es pasar el tiempo sin que ninguno tenga los caliches suficientes para abordar el asunto con seriedad, al igual que en otras muchas cosas.
Educar, (en su sentido más genérico), se educa en casa y enseñar se hace en los colegios/institutos. Hay mucha literatura sobre el papel de los padres en la educación de sus hijos en edad escolar, pero no veo yo tanto despliegue en el papel del profesorado en la educación de nuestros hijos. Evaluar sí evalúan a los alumnos, es su función, pero ¿quién les evalúa a ellos?. No es nada fácil ser docente, se puede saber mucho y no tener ni puñetera idea de explicarse y menos de hacerse entender. Después nos hacemos de bruces con los resultados del informe PISA y todo lo achacamos a los pobres estudiantes, que por supuesto, no son tan buenos como deberían, pero ¡por favor! que los profesores tienen un altísimo porcentaje de responsabilidad y culpa de ello.
En esta partida juega también, y mucho, el papel de cada Centro educativo. Los hay que pasan desapercibidos, frente a los que constantemente quieren destacar, perdiendo más el tiempo en presentarse a programas, proyectos, viajes mientras más internacionales mejor (esto del Erasmus está muy de moda y vende mucho), dejando desatendidos durante varias semanas del curso lectivo a los alumnos que más los necesitan. Luego sí enarbolan banderas, premios y fotos con las autoridades para dejar bien claro que son los mejores. Pues ¡para nada!, que ni es oro todo lo que reluce, ni son tan buenos como se creen.

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