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Gente en León

un amigo de león

Escarmiento meteorológico

Últimamente es noticia en los periódicos la temperatura por la que se identifica a León. No sé si será verdad lo de que las tomas que se hacen en la base de La Virgen de Camino no se corresponden con la realidad o es que ahora con las nuevas tecnologías todo es cuestionable.

Archivado en: Maximino Cañón, Base Aérea de La Virgen del Camino, meteorología, frío, temómetro

Maximino Cañón
29/1/2016 - 02:20

Yo lo que si sé, en primera persona, es que en la Base Aérea de La Virgen del Camino pasé el servicio militar como ‘voluntario' y, gozando del frío que nos caracteriza, lucí con orgullo unos calzoncillos ‘Marianos' de color ladrillo que iban desde el cuello hasta los pies, sin tener que envidiar nada al famoso ‘esquíjama' tan de moda en aquellos años.
Vayamos al grano; el servicio de meteorología de la Base Aérea de la Virgen del Camino era el que mejores medios tenía para facilitar la temperatura a los diferentes medios que lo solicitaban. Como en todos los sitios cuecen abas, había un jefe de los que vivían en las mismas instalaciones del pabellón de oficiales, soltero para más señas, que tenía por costumbre tomarse un Toddy caliente, que le era servido por el soldado destinado en el bar de oficiales, y acto seguido, ya en la habitación, abría la ventana y mirando a un vulgar termómetro de los que una marca de leche daba de propaganda, preguntaba al eficiente servicio de ‘meterología' por la temperatura del momento para, acto seguido, cotejarla con el termómetro suyo. Cuando la temperatura facilitada por los soldados del Servicio en Meteorología no coincidía con la del jefe militar éste les armaba un escándalo que hacía temblar a todo el servicio. En una de estas noches, después de haberse tomado el vaso de leche con cacao en polvo caliente (creo que Toddy se llamaba), al abrir la ventana observó como su queridísimo y simple termómetro de ‘propaganda' se había roto, puso firme al oficial de guardia pretendiendo que la P.A. (Policía Aérea), que tenía asignada la seguridad de la base, localizara al autor o autores de aquel ‘atentado meteorológico'. Ya licenciados, supimos que dicho jefe traía por el camino de la amargura a un soldado del bar de oficiales y éste, en venganza, le calentaba antes de subir dicho jefe a la habitación el termómetro con una cerilla y aquel día se le fue de la mano y el termómetro estalló. Pero no creo que aquello tenga que ver con los pretendidos fallos en las tomas de temperaturas actuales.
Saludos a César.

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