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Gente en León

un amigo de león

Hasta la vuelta, te digo llorando

"Adiós con el corazón, que con el alma no puedo". Esto es lo cantábamos al despedir a cualquier familiar, amigo o amiga, cuando después de haber pasado un tiempo juntos, mayoritariamente en esos veranos en los que al fin de los mismos nos teníamos que incorporar a nuestros quehaceres habituales.

Archivado en: Maximino Cañón, vacaciones, adiós con el corazón

Maximino Cañón
25/9/2015 - 03:30

La letra de esta tonada despidiendo el verano resume el final de un tiempo de felicidad en el que, con algún amor de transición, o simplemente disfrutando en pandilla, habíamos pasado muchos de los mejores momentos de nuestra vida a través de recuerdos imperecederos que siguen ahondando en nuestra memoria. En la actualidad, ya con muchos años y la mayoría con hijos y nietos, tiene vigencia la letra de otra canción, que cuando yo era pequeño se cantaba en las plazas mientras se jugaba al aire libre evocando, a su vez, epopeyas de los desastres padecidos por nuestros soldados en las guerras de África en el primer cuarto del siglo pasado, y que decía así: " Pobrecitas madres cómo llorarán al ver que sus hijos a la guerra van". Quién iba a decir a decir que, con el tiempo y en otras circunstancias derivadas de la falta de trabajo, las madres ahogarían sus penas por dentro cantando con letra nueva aquella canción de la siguiente manera: "Pobrecitas madres, cómo llorarán al ver que sus hijos para fuera van". Y es que el verano, como cualquier otra temporada de permiso o vacaciones, enciende los corazones de los padres el recibir con los brazos abiertos a esos hijos, y nietos en sus casos, que después de buscarse la vida, sobre todo los que lo han hecho en contra de la voluntad, regresan a lo que fue casa, aquella en la que se han criado y vivido con los inolvidables amigos que hoy, se encuentran fuera de León a la busca y captura de la vida que tristemente su tierra no les proporcionó. Es cierto que son numerosos los que han buscado otros horizontes de manera voluntaria, pero no lo es menos que otros muchos, parafraseando la letra de una conocida canción mexicana, cantan y suspiran internamente por "volver, volver y volver a sus casas otra vez", pero que sea cuanto antes porque después los niños crecen y ya se sabe, uno no es de donde nace sino de donde pace y aquí, por el camino que llevamos,casi ni nacemos y mucho menos pacemos.

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