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Gente en León

a mano izquierda

Con distintos collares

Que no somos nadie ya lo sabíamos por los pésames y el refranero, pero que nunca hemos sido nadie lo descubrimos cuando en agosto falleció donjosé, entre silencios, olvidos y ninguneos. Por lo visto el alzheimer del viejo era altamente contagioso y se extendió a los periódicos locales. La breve noticia de su muerte circuló entre la guasa funeraria del decano, la mala baba del digital dominante y el puro trámite de su nieta periodística, LNC, que se despachó sin más con una modosita referencia (pero la mesura también puede ser una forma de revancha).

Archivado en: Javier Cuesta, José Martínez Núñez, Ignacio Tejera, Manuel Lesmes, Sevando Torío, Carmen Lomana, José Luis Ulibarri, Antonio Vázquez

Javier Cuesta
04/9/2015 - 04:40

Si el suceso llega a ocurrir diez años atrás hubiera ocupado portada a cinco columnas y al menos seis páginas en el diario de su propiedad. Ahora supimos, en cambio, que aquel paisano considerado en cierta época casi dueño de León, ya no era nadie ni lo había sido antes.
No es cuestión de defender al abuelo, o no seré yo quien lo haga, entre otras cosas porque acumuló sin duda muchos perfiles indefendibles. Y sin embargo, con independencia de lo contradictorio del personaje, el hecho de su muerte era noticia objetivamente, incluso considerando al Bierzo la quinta provincia gallega. Pero aún así, vimos que tuvo mayor tratamiento el entierro de la madre de la Lomana aunque nada hubiese aportado a la provincia nunca, ni para bien ni para mal. Espasmos de la prensa leonesa, gestos de su acreditado descriterio y de sus odios sarracenos. Porque detrás de los medios provinciales han estado siempre gordos empresarios con sus ruines intereses, o viceversa: los toríos, núñez, vázquez, tejeras y demás familias, peleando desde hace décadas por el imperio de la construcción sobre todo, presionando desde las redacciones para lograr obras, pelotazos y recalificaciones. Cuando el ladrillo se descompuso pasaron a ser las privatizaciones o los servicios públicos el objeto de los contratos millonarios y el nuevo campo de batalla. En abril de este año asistimos a la penúltima gran guerra por la adjudicación de la ayuda a domicilio en el Consistorio, entre los lesmes y los ulibarris. Dan igual los nombres, cambian en apariencia los tiempos, hoy los protagonistas de la pugna son otros empresarios o tal vez los mismos con distintos collares pero, viendo lo de donjosé, ahí sigue la inquina y ahí sigue el pasado, o el no-pasado.

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