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Gente en León

La conexión

Y luego se preguntan por qué

Una llamada telefónica casi a medianoche al inicio de un fin de semana. Ésa fue la fórmula elegida por el PP para comunicar oficialmente al actual alcalde de León, Emilio Gutiérrez, que no contaban con él como candidato para la reelección en las próximas municipales. Franco mandaba a un motorista para entregar el cese por escrito; ahora, gracias a las nuevas tecnologías, se hace por teléfono, aunque lo sorprendente es que no se haya hecho por whatsApp, mucho más aséptico, moderno, impersonal y eficaz.

Archivado en: Francisco J. Martínez Carrión, la conexión, Antonio Silván, Emilio Gutiérrez, Juan Vicente Herrera, PP, Partido Popular

Francisco J. Martínez Carrión
06/3/2015 - 04:40

¿Para qué debatir un asunto de tanta trascendencia en los órganos del partido? ¿para qué consultar a las bases? ¿para qué hacer primarias y permitir que los afiliados opinen?. Los de Podemos y otros partidos políticos similares están de enhorabuena. Sin apenas esfuerzo, explicaciones ni marchas forzadas, decisiones como ésta le hacen el trabajo y hasta la campaña electoral gratis. El ejemplo del PP es lo que da alas a quienes tachan a los grandes partidos de castas, opacos, de falta de transparencia y de organización piramidal. Y, lo peor, es que tienen razón. En todo.
¿No ha sido nominado del mismo modo el mismísimo presidente Herrera, quien en los últimos años había insistido que no que se presentaría a la reelección tras catorce años como presidente de la Comunidad? Bastó una comida con el presidente Rajoy para convencer a Herrera y que éste aceptará un nuevo sacrificio. Tampoco en esta ocasión ha sido necesario consultar a las bases, ni a los órganos del partido. ¿Para qué? Más leña para el fuego que alimenta a los de Podemos y a otros partidos asamblearios que hacen gala de democracia interna directa.
¿Y por qué echan de esta manera tan poco diplomática y maleducada a Emilio Gutiérrez? No ha sido por ineficaz, ni por vago, desleal, crítico, desobediente, rebelde o por falta de carácter. Todo lo contrario. Su salida puede deberse a varias cuestiones: 1) a la necesidad de desinfectar al PP leonés, caiga quien caiga, de todo lo que signifique carrasquismo tras el asesinato de la presidenta; 2) a la también necesidad de llevar a cabo una posible profunda renovación en el gobierno autonómico, lo que conlleva la salida amistosa de algunos de los consejeros eternos, como Silván; 3) a la también necesidad de calmar y contentar a los variados poderes fácticos a los que Gutiérrez no había bailado el agua, dado su carácter independiente, y los cuales han visto siempre con mejores ojos a un Silván más acomodaticio, familiar, moldeable, simpático y cercano.
Y al igual que el método empleado hace unos días por el PSOE de Madrid para lanzar una OPA hostil contra su candidato, en el PP de León se justifica la decisión de prescindir de Gutiérrez en base a las conclusiones de una oportuna encuesta electoral, según la cual el actual alcalde llevaba al PP al más terrible y apocalíptico de los desastres electorales. Los anti-casta deben estar partiéndose el bazo.
Y Gutiérrez se marchará como le dicta su carácter dominicano, es decir, sin protestar, ni rebelarse ni amenazar con mil escándalos. A pesar de los pesares es un fiel militante y hombre del PP y acata, por mucho que le duela, la decisión del jefe. Es la triste herencia de un nefasto sentido del deber en el que se han educado muchos líderes veteranos de los tradicionales partidos políticos españoles. Razones que abocan a estos partidos políticos a una crisis total por falta de transparencia y no aplicar las profundas reformas internas que demanda la sociedad del siglo XXI. Al tiempo.

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