La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha recibido el informe de necropsia del ejemplar de oso pardo hallado muerto en la zona de Villablino, el pasado mes de junio, en la que se indica que falleció por 'Adenovirus canino tipo I', es decir, por causas naturales. Según han informado fuentes de la Junta en un comunicado, este informe confirma que el animal no falleció por disparos de bala o envenenamiento.
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gentedigital.es / Europa Press
09/7/2014 - 19:09
El oso fue hallado en la orilla de un arroyo en la zona de Villablino el domingo 15 de junio. Tras ello, se puso en marcha el protocolo coordinado por la agentes medioambientales y técnicos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, la Fundación Oso Pardo, en colaboración con los agentes del SEPRONA, trasladándose el cadáver a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León para practicarle la necropsia.
El Catedrático de Histología y Anatomía Patológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, Juan Francisco García, concluye en su informe de necropsia que el diagnóstico final de muerte del oso pardo, hallado en las inmediaciones de Villablino, fue una hepatitis vírica aguda producida por 'Adenovirus canino tipo I'.
Esta patología ha sido diagnosticada en Estados Unidos en oso pardo, y negro, y en plantígrados en cautividad o salvajes restringidos en espacios pequeños con densidades de más de 150 osos por kilómetro cuadrado.
El contagio, según las mismas fuentes, puede haberse debido a la presencia de perros infectados portadores, generalmente no vacunados, así como a otros cánidos como el lobo o el zorro. La eliminación del virus se realiza por la orina y heces, durante meses, contaminando objetos y alimentos y el contagio puede llegar por vía orofaríngea.
Las lesiones observadas en hepatocitos, células endoteliales de varios órganos y tejidos, así como en células tubulares y glomerulares y la encefalitis vírica, son características de hepatitis vírica contagiosa aguda por Adenovirus canino tipo I, y no se asocian en el estudio a ninguna otra patología.
Las hemorragias y edemas en diferentes órganos, tejidos y cavidades corporales son debidas a estas lesiones vasculares. La muerte se produciría finalmente por fallo cardíaco agudo asociado y shock cardiógeno.
El ejemplar de oso pardo era un macho adulto de unos 140-160 kilogramos y una longitud de cola a hocico de 1,85 metros con contorno de pecho de 1,20 metros y una altura a la cruz de 99 centímetros.
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