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Gente en León

Apuntes de una alcaldesa

En la 'Dipu': 1. El reparto

Admito que mi llegada a la Diputación Provincial, allá por julio de 2007 fue algo ‘accidental'. Como todos ustedes saben, la que suscribe formó parte de dicha corporación provincial (emulando a Pablo Neruda "confieso que he sido diputada"). Después de la sorpresa que supuso ganar las elecciones en Gradefes, con una candidatura totalmente renovada y sin ningún tipo de experiencia en política municipal, casi sin darme cuenta aparecí propuesta y de cabeza en tan noble institución. Podría interpretarse como un ‘premio' al buen resultado electoral por haber llevado al PSOE a gobernar por primera vez este municipio, o lo que es más probable: porque había que proponer mujeres y parece que tenía muchas papeletas.

Archivado en: Ana Isabel Ferreras, Diputación, Palacio de los Guzmanes, PSOE, mujer

14/2/2014 - 01:10

El caso es que después de toda esa vorágine de acontecimientos que supusieron un cambio sustancial en mi vida, y que acepté de buen grado, allí estaba yo... en el famoso Palacio de los Guzmanes.
Una de las cosas que más me impresionó fue el día en que uno de los que se suponía compañero alcalde, en una explosiva entrada en las dependencias del grupo socialista, y sin más preámbulo que una breve presentación, soltó eso de: ¿Estarás contenta eh?¡Ahora te dedicarás a sacar todo lo que puedas para tu pueblo, como hacen todos! Después se dedicó a mirarme de arriba abajo convencido de que estaba delante de un florero posiblemente responsable de que no fuera él el que ocupara aquel sillón. Esto, que no pasa de ser una anécdota más entre otras muchas que algún día os contaré, (por supuesto mucho más interesantes y jugosas), pone de manifiesto lo que todo el mundo piensa del funcionamiento, de la institución provincial, y de sus diputados.
En el primer reparto al que asistí no dejaba de alucinar. Ya os he comentado en más de una ocasión que el partido que gobierna siempre se lleva mayor tajada, y de aquella dejaba para la oposición el 40% del total a repartir entre sus ayuntamientos. Con éstas, mi municipio de repente, pasó de percibir 100.000 euros de planes provinciales a 80.000. Digerir esto cuesta bastante... es una injusticia brutal, lesiva y sin ningún fundamento objetivo. ¿Por qué permitíamos que esto sucediera y no lo denunciábamos? Mis protestas en el grupo siempre caían en saco roto, imponiendo el bozal de la disciplina de partido que sacaban por bandera. Todos sabían que no estaba bien, pero con la justificación de que la costumbre se había convertido en ley... O sea, que lo hacían los unos y lo habían hecho los otros, y ahora tocaba fastidiarse y aguantar. Pero lo peor era cómo algunos de los allí presentes, se dedicaban a ‘negociar' de forma particular que su pedazo de pastel fuera más grande con lo que se cumplía lo que venía a corroborar el rumor del principio. Después empecé a comprender por qué no se denuncian este tipo de cosas en ésta, nuestra querida Diputación, que presume de ser la más transparente de España, siendo una de las más caciqueras y retorcidas. Pero ¡cuidadín! con el consentimiento de la oposición, que conociendo sus inmundicias sigue callando.

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