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Gente en León

Apuntes de una alcaldesa

Encadenados

Por cadenas entendemos aquella serie de eslabones entrelazados entre sí, normalmente de hierro u otros materiales, cuya finalidad es atar, cerrar, unir una cosa con otra. También se usan en joyería, con diseños espectaculares y vistosos, utilizándose en la mayoría de los casos, como uno de los más recomendables regalos entre las parejas de enamorados. Corazones encadenados, candados cerrados y colgados del mobiliario urbano, normalmente en los puentes, y que tan de moda se están poniendo últimamente... toda esta simbología se refiere siempre a lo mismo: la unión férrea entre algunas cosas.

Archivado en: Ana Isabel Ferrereras, enchufes, contratos a dedo, libre disposición, asesores, Rajoy, Gobierno,

Ana Isabel Ferreras / alcaldesa de Gradefes
08/11/2013 - 01:10

Podemos afirmar que estamos viviendo en un país extremadamente encadenado y no me refiero en absoluto al aspecto romántico, más bien al aprovechamiento provechoso, preso del poder político actual.
En estos días nos asaltan noticias tan asquerosamente descabelladas, como que han aumentado de forma desorbitada el número de asesores del Gobierno central. Otra bofetada más y esta vez en toda la cara. Pero no es exclusivo del Gobierno de Rajoy, no se crean. Ocurre (y ha ocurrido) en todas las administraciones que se prestan y puedan con ello (comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos con poderío, fundaciones, grupos de acción local, mancomunidades, etc). El país va cada vez peor, con lo que se han disparado las alarmas del peloterismo-mangoneo y cada uno está únicamente centrado en conseguir lo suyo. De ahí que se apresuren todos en ‘contratar a dedo' mogollón de amiguetes bajo la fórmula de ‘Libre Designación', y con el único perfil de idoneidad para el puesto. Lo de titulaciones, méritos y demás queda para otro siglo... si es que llega, claro. Ahora ‘day prisa' (como dice la señora del anuncio de la Fabada) y corre, corre!! a ver si pillas buena tajada.
Es tan deprimente y desmoralizador que no veo posibilidad alguna de romper este sistema tan viciado. Todos éstos y sus familias, dependen del político, partido o institución de turno que les ha comprado sus favores, (y a ellos se deben), con lo que acuden prestos, raudos y deseosos a pagarle con sus votos y su sometimiento. De esta forma este sistema no acabará nunca y esas horribles cadenas con sus ataduras inmateriales, además de inmorales, son más irrompibles que las forjadas con el mejor y más resistente de los hierros. ¿Es esto lo que queremos para nuestros hijos? ¿Que vivan en un país donde importe más al lado de quién te colocas que tu propia capacidad?. Y lo llaman libertad...

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