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Gente en León

Apuntes de una alcaldesa

Concha Casado

Existen lugares que no serían lo mismo sin determinadas personas, y personas que no serían tales sin esos lugares. Ese podría ser el caso de la extraordinaria mujer a la que hoy me gustaría rendir este pequeño homenaje.

Archivado en: Ana Isabel Ferreras, Concha Casado Lobato, Doña Concha, tradiciones, costumbres, etnografía

Ana Isabel Ferreras / alcaldesa de Gradefes
20/9/2013 - 01:10

Sobradamente conocida, y reconocida, en esta provincia y de seguro en el resto de la geografía española, Concha Casado supone el mejor ejemplo de tenacidad y entrega a un trabajo que le apasiona: la etnografía o el estudio descriptivo de las costumbres y tradiciones de los pueblos. Toda una vida entregada a documentar, divulgar y asegurar que las tradiciones más arraigadas y profundas del mundo rural pervivan, a pesar de los cambios sustanciales que ha sufrido nuestra sociedad.

Nadie como ella siente de manera tan intensa, lo importante y crucial que es para el futuro, conocer y entender el pasado, y con una extraordinaria energía, aprovecha cualquier momento del día para transmitirlo ahí donde la quieran escuchar. Créanme que es un lujo asistir a cualquiera de sus charlas y comprobar cómo a pesar de su pequeña estatura, su avanzada edad y su liviana voz, es capaz de llenar todo el espacio y contagiar su entusiasmo.

Afortunadamente Concha Casado (Doña Concha, como así la conocen todos), es una de nuestras mejores y más asiduas visitantes, casi residentes. Es muy frecuente encontrarla paseando por las calles de Gradefes, apegada a su bastón de madera, tallado expresamente para ella por uno de sus queridos maestros artesanos, (ésos que ella tanto disfruta admirando y que tanto empeño sigue poniendo en transmitir su legado, buscando por todos los rincones de la provincia jóvenes que continúen el oficio artesanal), disfrutando de la paz y tranquilidad que alberga la hospedería del Monasterio y la comunidad cisterciense que la acompaña. Ese lugar mágico y emblemático, no sería lo mismo si ella no hubiese pasado por allí. Porque lo que hoy el visitante puede contemplar embelesado de esta joya espectacular, se debe en su mayor parte a la gestión y el empeño de esta encomiable mujer; a su tesón en adecentarlo para presentarlo al público, sin perder la sencillez y sobriedad del lugar; a la organización de su inventario y patrimonio; en definitiva a todos los detalles, incluidos los pequeños cartelitos bordados en arpillera que ella misma se encarga de confeccionar. En fin.... que Doña Concha se sienta un poquito más feliz en Gradefes hace que nosotros nos hinchemos de orgullo y satisfacción, pero sobretodo de un profundo y enorme agradecimiento a esta magnífica investigadora y científica, y mucho más.... a esta extraordinaria mujer

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