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entrevista / Matías Llorente, secretario general de UGAL-UPA

“Los que hablan de regresar al pueblo son los que se han ido, pero no vuelve nadie”

Político y sindicalista de raza. Matías Llorente militó en la antigua Unión de Campesinos Leoneses (UCL) y tras su desaparición fundó La Unión de Ganaderos y Agricultores de León (Ugal), hace ya más de dos décadas. Años más tarde se uniría a las siglas nacionales UPA. En las últimas elecciones sindicales a las Cámaras Agrarias Ugal-UPA juntó sus fuerzas a Ucale-Coag formando la Alianza para la Unidad del Campo. Histórico diputado provincial del PSOE y alcalde de su pueblo, Cabreros del Río, recientemente ha roto relaciones con la Ejecutiva Socialista Leonesa y se ha declarado independiente junto a otros seis alcaldes de la provincia. Mientras se realizó esta entrevista para repasar la situación del sector agrícola y ganadero en la provincia de León por la festividad del patrón, San Isidro Labrador, iba sentado en el tractor dando vueltas a una finca preparando la tierra para sembrar el girasol con mes y medio de retraso con respecto a otros años. Con la mirada puesta en esa tierra y el ruido del arado sigue reivindicando la digna labor de la gente del campo.

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“Ese regreso masivo al medio rural, al pueblo, no se está produciendo y es muy difícil que se produzca; por desgracia el campo tiene puertas”

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gentedigital.es / Juanda R.R.
21/5/2013 - 10:04

¿Tiene algo que celebrar la gente del campo en San Isidro este año?
San Isidro lo celebramos como patrono todos los años. Se trata de una tradición, haya motivos para celebrarlo o no. Este año, como positivo, tenemos que hablar del desarrollo de los cereales de secano que están muy bien, que tienen ahora mismo un gran cosechón, lo que pasa que hasta que no esté en el saco no se puede decir que hay una buena producción. En cuanto a los forrajes y alfalfas de secano también pueden tener una buena cosecha. Y lo más importante es que tenemos los embalses llenos de agua y tenemos garantizado el riego para esta campaña y en algunos embalses para dos años incluso. Eso es lo más positivo que tiene el año.


¿Y en la parte negativa?
Pues hombre, que llevamos 40 días de retraso en la siembra, que hemos terminado la campaña de remolacha el jueves 9 de mayo, una fecha tan tardía que hacía ya muchísimos años que no ocurría, que en estos momentos falta todavía bastante maíz que recoger sobre todo en Payuelos y Páramo Bajo, que no acabarán en todavía 10-12 días y que el maíz lo teníamos otros años todo nacido y este año aún estará sembrado el 60% y falta el 40% de sembrar. Debido al exceso de precipitaciones va a caer bastante la superficie de remolacha con relación a años anteriores, ya que no se ha podido sembrar por exceso de humedad. De girasol se reduce algo la cosecha con relación al año pasado porque en la campaña pasada sembró bastante girasol la zona de Villameca, las 4.000 hectáreas del Tuerto, porque no tenía agua. Estamos hablando de contratos que garantizan un precio de 410/420 euros por tonelada.


¿Los ganaderos tendrán más que pedir al patrón?
San Isidro labraba con bueyes, con lo que lógicamente también es el patrón de los ganaderos. Lo que pasa es que los bueyes no daban leche y no tenían los problemas del sector lácteo que tiene ahora. El problema ganadero está bastante mal. Ha repuntado algo la leche de oveja y de cabra, pero todavía está por debajo de los precios de otros años. El mayor problema lo siguen teniendo el sector de vacuno de leche que está muy mal y además de cara a la PAC son sectores que no tienen en cuenta las cabezas de ganado sino la relación de hectáreas que tenga el propietario. En estos momentos los que no tengan superficie base lo están pasando muy mal, están cerrando muchas explotaciones y, una de dos, o se le pone remedio al tema o de lo contrario desaparecerá un porcentaje muy fuerte del sector en los próximos años. La pequeña ventaja es que este año va a haber bastante forraje y puede que aminoren un poco los precios, aunque nada más que se ha empezado a segar ha empezado a llover con lo que se puede perder parte de lo que tenemos segado.


¿Cuántos agricultores y ganaderos ‘resisten’ en León?
Ahora de alta en el régimen especial de la Seguridad Social Agraria andamos por los 8.200, de los que unos 950 son ganaderos de ovino, caprino, vacuno de carne y vacuno de leche. De los agricultores, el 30% son mujeres, lo que quiere decir que en muchos casos se trata de la misma explotación. En una palabra, en la provincia quedan unas 5.600 explotaciones entre agricultura y ganadería. Pero aquí hay que destacar una cuestión, mientras solamente estamos de alta en la Seguridad Social esos 8.200, solicitudes de la PAC hay 14.000 y el 32% de las ayudas que percibe León de la PAC lo cobran personas con más de 65 años y sin embargo de menos de 30 años no llegan ni al 4%. Ese es un problema muy serio, de una falta de control muy importante. Una de dos, o se controla y se gestiona todo esto o de lo contrario no hay forma de que se incorpore gente joven para que haya una renovación en el sector.


¿Y precisamente ahora estamos negociando el siguiente tramo de la PAC?
Exacto. A últimos de junio terminarían las negociaciones para entrar en un nuevo quinquenio que sería la campaña 14-20. Hay cosas ya negociadas, pero quedan muchísimos flecos y van a quedar en manos de los países miembros de la UE la mayoría de las cosas para que se tomen medidas. Esta sería una buena oportunidad de ver claramente quién es el agricultor activo; el que va a percibir las ayudas, el tema de la convergencia de las ayudas de 2019 nos parece un disparate que todas las hectáreas cobren igual, cuando aquí tenemos pastos de montaña, secano, regadío… donde los costes de producción son totalmente distintos. Y sobre todo, otro debate importante serán los techos y el año que se toma de referencia. Todo eso aún no está clarificado y será el gran caballo de batalla que puede suponer un enfrentamiento muy fuerte a nivel de Estado con las diferentes Comunidades Autónomas.


Se está queriendo dar la imagen de que el campo puede ser una salida económica alternativa a estos momentos de crisis productiva. ¿Lo ve usted así?
Hace mucho tiempo que se dice que va a volver la gente al pueblo. Yo que he vivido toda mi vida en un pueblo y es un pueblo agrícola con alguna pequeña industria, no ha vuelto nadie al sector. Puede haber gente que marchó del pueblo a trabajar principalmente a la construcción o a fábricas y que ahora al jubilarse los padres o algún otro familiar, ellos que están en el paro vuelven a coger esas explotaciones familiares. Pero ese regreso masivo al medio rural, al pueblo, no se está produciendo y es muy difícil que se produzca. ¿Por qué? Porque ahora mismo los derechos los tenemos quien los tenemos y desgraciadamente el campo tiene puertas y no siendo que cojan la explotación de un familiar, montar una explotación partiendo de cero es casi imposible, primero por la inseguridad y segundo por la inversión y desembolso de capital que se necesita para hacer una explotación rentable. Podría tener el campo alternativas, pero cambiando de cultivos como los hortícolas o fruticultura, creando empresas de transformación o cooperativas y haciendo embalaje y una primera preparación para poner en el mercado. Mientras los cultivos sean extensivos como los actuales, es falso y casi imposible que la gente regrese al campo.


¿Se nota una potenciación de más economía de subsistencia con la crisis?
Ha habido un aumento de la legalización de los corrales domésticos. Sí, se ve que cada vez hay más gente que tiene sus pollos, gallinas para tener huevos, etcétera. Y también hay más gente que tiene su huerto para la horticultura y frutales, pero matizando que es la gente mayor la que lo mantiene. La gente joven, desgraciadamente, la mayoría tienen dificultades con el tema, les estorban los árboles para los espejos de los tractores, por eso su empeño es arrancar todos los árboles. No tienen interés.


¿No anima entonces a la gente que está pensando en emigrar a Alemania que elijan el pueblo para trabajar y vivir?
Si los pueblos siguen estando donde estaban... Los que hemos quedado en él somos los que creíamos y creemos en el pueblo. Los que hablan de regresar al pueblo son los que se han ido, pero no vuelve nadie. Para venir al pueblo tienes que tener estructura, tienes que saber cultivar la tierra porque ahora ya no lo hace cualquier manguarras y eso de que lo que no valíamos para otra cosa nos quedábamos en el pueblo es totalmente falso. Hoy los agricultores y los ganaderos somos gente profesional, con un conocimiento importante en semillas, abonado, pesticidas, tecnología, riegos…. Y también de saber comprar y saber vender y eso no se aprende de la noche a la mañana. Hoy el campo y la ganadería es más una vocación que una necesidad.

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