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Gente en León

viernes de dolores / comienza la semana santa en león

La Morenica del Mercado y del Camino, la antigua

Cuando asome la punta de la vara de su trono, en el dintel del arco de piedra del románico templo, en el atardecer del viernes más esperado del año y después de un solemnísimo novenario, se pondrán en marcha innumerables sueños anuales de miles de leoneses, presentes y ausentes, que enfocarán sus miradas de ansiedad, directas o en la distancia, hacia este espacio concreto.
Cuando suene la primera nota de las cornetas que interpretan el Himno Nacional en honor a Ella, anunciando a las gentes que sale a la calle la Reina de León, incalculables lágrimas correrán por las mejillas humanas del pueblo que la adora.

Archivado en: Semana Santa, Gonzalo F. González-Cayón, Viernes de Dolores, Virgen del Mercado, 'La Morenica'

Gonzalo F. González-Cayón
22/3/2013 - 04:40

Cuando las campanas de su torre inicien el solemne y continuado repicar, lanzando sus tañidos al cielo, batallones incontables de almas de su barrio, que la ven ya desde el cielo, estarán expectantes, un año más, para poder contemplar la cara de tristeza de una madre compungida "con su hijo asesinado entre los brazos".
Ya una señorina acaba de encender su vela y se coloca el velo esperando este momento, como desde hace tantos años que la acompaña. Ya una madre coge fuerte la mano de su hija, transmitiendo el sentimiento que sólo ellas saben, por estar en ese momento allí. Ya un cofrade iza el guión y un abad aprieta la vara en señal de que el ceremonial va a comenzar.
Todos juntos, apiñados en Herreros, en el mismísimo Camino de Santiago, del que lleva su nombre, conteniendo el aliento, absortos, esperando que pise su calle, para poner las almas encima de sus andas y poder peregrinar siempre con Ella.

Su silueta se adivina
con todo el recogimiento,
y un halo de emoción etéreo
inunda totalmente el firmamento.

Trillones de besos caen del cielo
como pétalos de recuerdos
de padres, hijos y nietos,
que la llevan en el corazón
desde la noche de los tiempos.

El pueblo llano, su pueblo de León, ya la tiene de frente, con su soberana belleza, su interminable amor y su infinito dolor, resumido en su legendaria cita: "Contemplad y ved, si hay dolor como mi dolor" y se suma, junto con los hombros de sus braceros, los mozos del barrio, para llevarla en volandas por las calles de su medieval ciudad imperial y urbe regia, de la que ha sido testigo inveterado de su historia, leyendas y aconteceres. Y hace parada obligada en la que fue su segunda casa, ya hace 260 años, la resplandeciente capilla del cenobio benedictino femenino, conocido popularmente como Carbajalas.
Y allí también se desborda la emoción cuando la Reina de las Reinas, mecida armoniosamente, recoge el celestial cántico de las monjitas que la adoran, en uno de los momentos más emotivos que se pueden vivir a lo largo de la Semana Mayor.
La Virgen del Mercado y su pueblo parecen un poco más aliviados de su pena y dolor y continúan su peregrinar, por la Plaza Mayor, la Catedral, calle Ancha, donde en representación de esa multitud que la acompaña, se hacen cargo el alcalde y los concejales del Ayuntamiento de León de la puja de la ‘Sacratísima, Devotísima y Milagrosísima Virgen de los Dolores', en expresión de las viejas crónicas, en la que tanto cariño vuelcan los leoneses, que la dedican una Salve Popular cantada a dos voces,en la Plaza de Santo Domingo, rincón histórico vinculado a la Semana Santa, rememorando la tradición que efectuaban los Dominicos del desaparecido convento, junto con las cofradías de Angustias y Jesús, al pasar la Virgen de los Dolores.
Y ya todo se va consumando. Plaza de San Marcelo, Rúa y Concepciones. Todos felices de poder completar este itinerario emocional y henchido de austeridad, junto a la Soberana del Cielo, un año más.
Y de nuevo las campanas, volteadas por los esforzados campaneros, también nacidos del vetusto barrio del Mercado, todos hijos de Ella, modelo incomparable de piedad y veneración humana.
Ya llegas de nuevo a tu morada, Excelsa Señora de León, donde "tus braceros de alma y corazón" te vuelven a entronizar y con la mayor humildad imploran tu protección eterna.
Y el pueblo de León volverá buscarte el próximo Viernes de Dolores. Es Semana Santa en León. Y así hasta siempre.
Imborrable estampa leonesa de la ‘Patrona Popular de la Ciudad de León', con la que las instituciones oficiales leonesas tienen una ‘reconocidísima deuda', el Ayuntamiento de León, con el nombramiento como ‘Alcaldesa perpetua' y el Obispado de la Diócesis, con su ‘Cononación canónica'. Sea pronto y para bien.

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