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Gente en León

Apuntes de una alcaldesa

Traiciones y corruptelas

Es lamentablemente triste comprobar que el mundo en el que nos movemos está rodeado de traiciones y corruptelas varias. Y lo peor de todo es que ambas están siendo consentidas mutuamente, con lo cual es prácticamente imposible erradicarlas.

Archivado en: Ana Isabel Ferreras, traiciones, corruptelas

Ana Isabel Ferreras / alcaldesa de Gradefes
01/3/2013 - 01:10

La manipulación de los hechos por el simple interés de poder o económico, está tan extendido que llega a ser difícil distinguirlo de la realidad. Como dice la gente sabia "ya no te puedes fiar de nadie". Yo diría que lo peor es no fiarse de uno mismo; si llegas a ese punto entonces estás literalmente vacío.

Siempre se ha dicho que el mundo de la política es de un perverso subido, y parece ser que no va muy descaminada esa afirmación. La corrupción se ha instalado con cimientos de hormigón en la piel de toro. Empresas que progresan con favores políticos; políticos que llenan cuentas y desvían fondos; leyes que se hacen en pro de determinados intereses y se interpretan según convenga; jueces que son expulsados por investigar tramas de corrupción política; impresentables que roban a los trabajadores, sacan el dinero fuera del país y no reciben condena porque el delito "ha prescrito"; partidos políticos que se financian de forma ilegal, que pagan en sobres B a sus cargos y que cuando les pillan niegan la evidencia; ladrones que legalizan lo que han robado con ese cuento de la amnistía fiscal; políticos que autorizan esa amnistía; bancos que están siendo corresponsables de los suicidios por desahucios; políticos que permiten que esto continúe.... Corruptela pura y dura. Es el triunfo del aquí todo vale y todo tiene un precio.

Las traiciones también merecen una consideración aparte. Porque para llegar al nivel de corruptela, casi siempre ha habido antes una traición de las que siempre duelen, por llegar de aquellos que menos te lo esperabas. Traiciones políticas derivadas siempre del juego para ganar un puesto en lo que sea y como sea; traición prometiendo apoyos a uno que acaba vendiendo al otro en una negociación previa y secreta (de esas que al final son públicas), a cambio de retirar expedientes que pudieran impedir un ascenso en su carrera política, traición quitando sueldos a unos en determinado grupo para dárselos a otro; traición eliminando a quien molesta por lo que dice, a cambio de promesas inasumibles; traiciones que acaban con las ilusiones y energía de cualquiera. ¡Un verdadero asco!.
Este panorama es el pan nuestro de cada día y me pregunto si les merecerá realmente la pena. Supongo que sí por el ahínco que muchos demuestran en seguir manipulando todo en su provecho y a costa de cualquiera. Deberíamos borrarles de un plumazo, tener el valor y el coraje de plantarles cara y prepararles un finiquito de los que hacen historia.

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