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Gente en León

Un amigo de León

Adiós Alaska y el Musgo, testigos de mucha vida

Los que vivimos y, de vez en cuando, alternamos por algunas cafeterías de nuestra ciudad, hemos asistido con cierta pena, o nostalgia del tiempo, al cierre por jubilación (o porque, de otra forma, los años no perdonan) de las emblemáticas Alaska y Musgo, las cuales, durante mucho tiempo, y de las manos de José Luis y Silvestre, en el primer caso, y de Esteban, en el segundo, han sido un referente de la buena hostelería leonesa y por la que han pasado varias generaciones.

Archivado en: Maximino Cañón, Alasca, Musgo

Maximino Cañón
01/2/2013 - 09:49

Todo el mundo que llega a una cierta edad ansia el alcanzar una etapa de satisfacción que compense las muchas horas que han pasado "detrás del mostrador" trabajando mientras otros se divertían (gajes del oficio). Pero con todo y con ello (como en otras profesiones) la procesión iba por dentro. Esta profesión se nutría, fundamentalmente, de personas de fuera de la capital que, en tiempos de escasez y pobreza (sin comentarios) buscaron abrirse camino en el sacrificado mundo de la hostelería. Adquirieron mucho oficio, aunque no estaban de moda las escuelas de hostelería. Hoy nos referimos a estos establecimientos hosteleros como aquellos lugares que, durante muchos años, han sido testigos en silencio de lo que aquí se cocía. José Luis y Silvestre en el Alaska y a Esteban en el Musgo lo que no habrán visto ni oído. Pero los años pasan para todos y, aunque para la hostelería parece que pasan mas despacio, la etapa llamada del "Júbilo" también llega. Veo con una mezcla de cariño y de nostalgia, por lo que representa, como las cafeterías Alaska y Musgo han puesto el cartel de "cerrado por jubilación" después de andar un largo camino viendo los toros detrás de esa barrera que es el mostrador y de repetir miles de veces aquello de que va ha tomar D. Fulano o D. Mengano porque, según la vieja escuela, " el cliente siempre tiene la razón".Atrás quedan aquellos años donde las copas de eran de Coñac primero y después de Brandy, por aquello del dominio francés, y el cliente decía: "dame una copa de Fundador y que le den por el saco al que está detrás del mostrador" a lo que el dependiente siguiendo la broma contestaba : "como Fundador está presente le dan por el saco al cliente" a continuación se prendía un faria y todos tan contentos. Mis mejores deseos y que todos lo veamos.

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