Un juzgado aplaza el desahucio de esta leganense y de sus dos hijos en una vivienda del IVIMA.
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gentedigital.es/P. Costa
11/7/2011 - 10:20
Conchi Gil es un ejemplo más de como las mujeres, las que normalmente tienen a su cargo a hijos o a personas dependientes, son doblemente vulnerables a la crisis económica que sufrimos unos y otros. A sus 41 años, esta leganense ha sacado adelante a su familia (monoparental), dos varones de 18 y 16 años, no sin dificultades. "He trabajado como comercial, como cajera, repartiendo publicidad... Trabajos esporádicos con los que he ido tirando malamente. Pero llevo tres años en el paro, con la única ayuda de mis padres", explica esta vecina de Leganés.
Los obstáculos comenzaron a presentarse en 2004, fecha en la que dice se vio obligada a dejar de pagar el alquiler del inmueble donde vive desde hace doce años, un piso propiedad del IVIMA. Ya en 2007, Conchi protagonizó una mediática huelga de hambre que duró ocho días pero que, reconoce, le dejó "tocada". "Entonces me prometieron que me harían la reducción de renta y el compromiso de pago, pero no se llegó a producir. Pasó un año y no recibí ningún tipo de explicación. En 2008, José Antonio Martínez Páramo, director de IVIMA, volvió a comprometerse a través de un pacto verbal, que tampoco se hizo efectivo. Por colmo, ahora la jueza no ha admitido las grabaciones que yo tenía y que probaban todo esto". Por eso me desahuciarán", confesaba Gil el martes.
Explica que debe unos 10.000 euros, "incluso menos", y "no 22.000, como dicen ellos", e insiste, sobre todo, en que "yo he intentado buscar soluciones para pagar mi casa, he luchado por ella". Aunque el comienzo de semana fue duro, la historia de Conchi abre, de momento, un paréntesis tranquilizador. Este miércoles, el juzgado de Primera Instancia número 69 de Madrid aplazaba de manera cautelar su desahucio, aunque no precisaba los motivos de esta suspensión, que se produce después de que la asamblea popular del 15M en Leganés emitiese una petición de colaboración a los vecinos del municipio para que acudiesen a evitar el desahucio de Conchi y de su familia. A ellos, al 15M, dirigió esta mujer sus primeras palabras de agradecimiento.
Sólo 11 recibos pagados, según el IVIMA
El IVIMA, por su parte, explicó que la mujer dejó en 2003 de abonar los recibos a pesar de que se le redujo el arrendamiento a 34 euros mensuales y que, desde entonces, ha pagado sólo once de ellos. Aclaran que intentaron adaptarse y que firmaron tres compromisos de pago que, finalmente, Conchi "incumplió". Tras ello, el IVIMA presentó el correspondiente recurso de desahucio que el juzgado admitió en un principio para poder recuperar la vivienda y adjudicársela a otra familia.
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