El centro para refugiados de Ucrania abrirá “en breve”
Se ha habilitado en un edificio propiedad de la Parroquia de Zarzaquemada. Cuenta con capacidad para 34 personas.
Acto de bendición del centro
Cáritas y el Ayuntamiento han invertido medio millón de euros
GENTE
11/11/2022 - 00:03
El obispo de la Diócesis de Getafe, Ginés García Beltrán, bendijo el pasado viernes 4 de noviembre las instalaciones del nuevo centro San Josafat de Leganés para refugiados ucranianos, cuyas obras están a punto de finalizar y que abrirán en breve.
La instalación está auspiciada por Cáritas diocesana y el Ayuntamiento de Leganés, y cuenta con un presupuesto de unos 500.000 euros que, una vez deje de ser necesario para el fin que se ha creado, pasará utilizarse por el Ayuntamiento como centro de día para personas mayores. El centro San Josafat se encuentra en el edificio que albergaba la antigua guardería ubicada en la parroquia de Nuestra Señora de Zarzaquemada (calle La Sagra, 10) y acogerá ahora a las familias que llegan a Leganés desde Ucrania.
CARACTERÍSTICAS
La infraestructura dispone de siete habitaciones con capacidad para instalar desde tres a ocho camas, comedor, sala de estar, sala de reuniones, baños, cocina, y dos despachos. En este espacio se proporcionará una ayuda integral a los refugiados, desde "alojamiento, comida e higiene, a atención psicológica, espiritual y médica". Cuenta con capacidad para 34 personas en estancias de larga duración. Las familias serán derivadas a este centro desde la Capellanía ucraniana católica, Cáritas diocesana, la Delegación de Migraciones y el Ayuntamiento de Leganés.
El coste del proyecto asciende a 500.000 euros que han sido sufragados íntegramente por Cáritas diocesana y el Consistorio de Leganés. Aquí convivirán familias con hijos y personas con movilidad reducida y también cubrirá imprevistos derivados de deterioros por causas medioambientales.
El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, destacó en el acto la importancia de este proyecto, que surge tras conocer las necesidades de los vecinos que tienen origen ucraniano, y que se cifran en torno a 1.200 personas. "Teníamos que volcarnos y ayudar a estos vecinos y a sus familias en estos momentos tan difíciles, y qué mejor que hacerlo que junto a Cáritas, una entidad que cuenta con el prestigio y la solvencia suficiente para ayudarnos a poner en marcha una iniciativa de este tipo", afirmó Llorente.
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