Con la llegada del Día de San Valentín (archiconocido 14 de febrero) los medios de comunicación y el mundo en general parecen volverse locos. En todas las televisiones, revistas o cartelería callejera podemos contemplar anuncios relacionados con el Día de los Enamorados.
Y, de este modo, los españoles nos encontramos en una espiral de melosidad, hasta sentirnos atacados por pizzas con forma de corazón, ediciones especiales de perfumes, viajes o películas que nos muestran auténticos cuentos de hadas y productos que se venden en packs para dos. Entonces, de este ataque mediático masivo es posible deducir que la publicidad nos induce a comprar y que, el 14 de febrero (San Valentín para los amigos) no es otra cosa que un día enfocado al consumo, tanto como pueden llegar a serlo la Navidad o el Día de la Madre.
Pero, ¿qué opina la sociedad al respecto? En GENTE nos sentimos muy intrigados y decidimos salir a la calle para corroborarlo de primera mano.
LA ILUSIÓN DEL CONSUMO
Dando un paseo por Ciudad Universitaria (Madrid) nos encontramos con Laura Molina, una mujer soltera de 20 años. Al preguntarle su opinión sobre la relación entre este día y el consumo nos contestó que a ella le parece “una excusa para regalar sin ningún motivo”. Al igual que Laura, otros solteros como Ángel G. Ropero (21 años) opinan de forma parecida. A Ángel le parece “que es el día de los grandes almacenes, pero que no nació con ese objetivo”.
Pero, ¿cuál es entonces el motivo del popular Día de los Enamorados? Lo cierto es que, según la leyenda, San Valentín, el patrón de los enamorados, se dedicaba a casar las parejas bajo el rito cristiano. Y todo ello a escondidas de los romanos que perseguían a la religión cristiana y a sus representantes.
Por otra parte, dejando a un lado la leyenda, volvemos al tema que nos atañe y seguimos preguntando. Esta vez es Silvia Cabrero, de 21 años y con pareja estable, quien nos explica que “es un día consumista pero bonito igualmente” y que “un detalle siempre hace ilusión”. Parece que Silvia no coincide con Christian Borja, un soltero de 22 años, que nos lanza el mensaje más esperanzador de todos al defender que no es un día consumista sino “un día para salir de la rutina y resaltar los sentimientos” puesto que “los que llevan 30 años juntos tienen en este día una oportunidad para manifestar su amor y cariño”.
por Irene Díaz