Los comerciantes quieren salvar una temporada mediocre en cuanto a ventas, y los consumidores, renovar un poco el guardarropa haciendo además un buen negocio. Estamos en plena época de rebajas, y el clima ya se percibe especialmente en la zona céntrica de Madrid, donde los descuentos empezaron antes que otras comunidades.
Las opiniones están polarizadas en cuanto a los resultados finales que tendrá está campaña de rebajas. Algunos expertos han estimado que la crisis también se hará notar a pesar de los importantes descuentos, que en algunos casos está previsto que alcancen hasta el 70 por ciento respecto de su valor original. Según un estudio de la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI), en promedio los españoles gastarán alrededor de 50 euros por persona en estas rebajas de verano, lo que significa una caída de un 23% con respecto al año pasado, y el importe más bajo desde la llegada del euro en 2002.
Altas expectativas
Muy distinto es el panorama que espera la Confederación Española de Comercio (CEC), mucho más esperanzador por cierto. Ellos calculan que se alcancen unas ventas similares a las del pasado año, cifradas en aproximadamente 3.600 millones, con un gasto en promedio de 90 euros por persona.
La CEC está confiada en que las buenas ventas se consolidarán gracias a los “importantes” descuentos que van a aplicar estos meses los comerciantes para reactivar el consumo, “a costa de reducir sus propios márgenes comerciales”. Las previsión es que desde el primero de julio se apliquen descuentos generalizados del 50 %, que se irán incrementando a medida que avanza la campaña hasta el 70 %.
La presidenta de FUCI, Agustina Laguna, ha destacado el hecho de que, si bien ha habido un “considerable” aumento de los consumidores que tienen pensado comprar en rebajas, también habrá un “significativo” descenso en el gasto previsto. En el año 2006, por ejemplo, el gasto promedio en esta campaña de rebajas había sido de 160 euros, y desde entonces ha caido en picada. En definitiva, según Laguna, esto explica que ahora la gente compra lo indispensable pensando justamente en cuidar su economía doméstica más que por un acto de puro consumo.
El estudio de la FUCI, sobre 1.500 personas, estimó que nueve de cada 10 españoles comprará algo, con un porcentaje mayor de mujeres (94 por ciento) que de hombres (81 por ciento). Tanto la CEC como la FUCI coinciden en que la ropa y los complementos siguen siendo los bienes más procurados en rebajas. Y otro síntoma de la crisis es que el 19% de los consumidores evitará las marcas, un 37% comprará lo que esté más rebajado y un 39% sólo lo que necesiten.