Parece que el sector turístico español empieza a remontar la crisis. Así lo reflejan distintos indicadores: desde la Organización Mundial del Turismo al Ministerio de Industria pasando por las patronales del sector.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, confía en que el turismo en España crezca ese verano de 2011 un cinco por ciento, lo que supondría superar las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), fijadas, según ha indicado, entre el dos y el cuatro por ciento.
Este crecimiento se debe fundamentalmente al tirón de Alemania y Reino Unido, los dos principales emisores de turistas internacionales, que, además, son los que más habían caído como consecuencia de la crisis económica. También destaca el papel de los países nórdicos, que están aportando muchos viajeros.
En relación con las vacaciones de Semana Santa, el ministro Sebastían se mostró optimista, pese al alza del precio de los carburantes. “Lógicamente, aunque la gasolina afecte negativamente el hecho de que los ciudadanos están saliendo menos fuera, ayudará a que tengamos buenos resultados para toda la zona costera”, ha indicado el ministro a los periodistas.
Respecto a cómo ha beneficiado al turismo España, el responsable de Turismo ha manifestado que se está percibiendo más en zonas donde es temporada alta, y ha citado las Islas Canarias.
Optimismo en la patronal
El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Juan Molas, ha conformado que desde esta organización se calcula que la llegada de turistas extranjeros a España aumentará un 7,8 % en el 2011.
Molas, que acudió a la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, indicó que la situación este año es mucho mejor que la vivida en el 2010, y que ya en el primer trimestre se ha producido un crecimiento de las llegadas, que permiten ser optimistas respecto al conjunto del 2011.
El representante de los hoteleros aprovechó su comparecencia para reclamar del Gobierno una serie de mejoras fiscales, entre las que se encuentran una reducción del IRPF y, sobre todo, un descenso del IVA, que en plena temporada de verano del 2010, “se subió de un 7 % a un 8 %”. Molas puso como ejemplo la reducción del IVA en Francia.
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