Los conductores pisan menos el acelerador desde que el pasado 25 de febrero el Gobierno anunció que iba a reducir la velocidad máxima en todas las autopistas y autovías de 120 a 110 kilómetros por hora con el fin de mitigar los efectos de la escalada del precio del petróleo por el conflicto de Libia. Así lo evidencia el informe oficial de radares fijos.
El día 25, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que el Ejecutivo iba a limitar con carácter temporal la velocidad máxima en todas las autopistas a 110 kilómetros por hora a partir del 7 de marzo.
Pero desde que se anunció la medida, los conductores ya bajaron la velocidad a la hora de conducir, pues en la semana del 28 de febrero al 6 de marzo se contabilizaron 4.329 denuncias de radares fijos, es decir cerca de un 32 por ciento menos que la semana anterior.
Ya con el nuevo límite en vigor, esta reducción de multas fue más significativa: en la semana del 7 al 13 de marzo se registraron 2.082 denuncias de radares fijos, con lo que disminuyeron un 62 por ciento respecto a la media obtenida de las tres semanas anteriores.
DESCENSO DE DENUNCIAS
Este descenso del número de denuncias por radares fijos se ha conseguido en un corto periodo de tiempo, pero no es suficiente para poder evaluar los resultados de esta medida que se ha adoptado para los próximos cuatro meses, según señalan fuentes de la Dirección General de Tráfico.
La medida entró en vigor a las seis de la mañana del pasado día 7 y estará vigente, como mínimo, hasta el próximo 30 de junio. A partir de ese momento, los 117 radares de la red viaria dependiente del Estado se adecuaron al nuevo límite, respetando como siempre un margen de error dado que se pueden producir fallos técnicos.
Sobre ello insistió el pasado día 9 el director general de Tráfico, Pere Navarro, quien dijo que las instrucciones de la Guardia Civil de Tráfico son que la velocidad máxima es de 110 kilómetros por hora, aunque los radares salten a la velocidad que resulte tras la aplicación de los márgenes de error.
Según esos márgenes de error, teniendo en cuenta la orden del pasado mes de noviembre por la que se regula el control metrológico del Estado de los instrumentos destinados a medir la velocidad, los radares fijos podrían saltar al rebasar los 116 kilómetros por hora y los móviles a 118.
Un informe jurídico encargado por la Guardia Civil concluye que con el nuevo límite de velocidad existe el “deber de formular denuncia” cuando el cinemómetro de los radares fijos indique 116,0075 y el de los móviles 118,2885.