Cuenta la historia que los romanos, en la época dorada de su gastronomía (siglos I y II d.C.), comían tres veces al día. Primero tomaban el “jentaculum”, un frugal refrigerio a primera hora de la mañana (un vaso de agua, algunas olivas, un trozo de queso); luego el “prandium”, un tentempié apresurado en la calle, en una tienda de alimentos preparados o en casa a mediodía; y más tarde realizaban la comida por excelencia, la “vesperna” o “coena”, que podía durar horas. Ésta es la comida que Paradores recupera ahora a través de unas jornadas gastronómicas.
Los nueve Paradores de Turismo que se ubican en la Ruta Vía de la Plata ofrecen hasta el 12 de diciembre las delicias culinarias con más tradición de cada zona a precios que oscilan entre los 18 y los 28 euros. La Ruta Vía de la Plata es uno de los itinerarios más conocidos y llamativos de nuestro país por su historia, belleza natural y riqueza monumental. Además de conocer a fondo todos sus rincones por medio de sus joyas arquitectónicas o sus edificios emblemáticos, la Ruta Vía de la Plata ofrece al viajero otros muchos recursos para descubrirla en todo su esplendor.
Concretamente, serán los establecimientos situados en Gijón, León, Benavente (Zamora), Zamora, Salamanca, Plasencia (Cáceres), Mérida y Zafra (Badajoz); y Carmona (Sevilla) los que recuperen esta herencia culinaria. A la amplia oferta gastronomica de Paradores, cada un de los ubicados en la Ruta de la Plata ofrece en todos los servicios de almuerzo y cena un entrante denominado ‘Gustatio’, cuya oferta abarca desde los Garbanzos Tostados hasta los Huevos con Piñones Remojados, pasando por los Rábanos con Salsa de Pimienta, el caviar de olivas (Epityrum) o las Calabazas Fritas, entre otros. Todo ello regado por una copa de ‘Mulsum’ (vino o mosto con miel), una bebida muy apreciada por los romanos.