El psicólogo y escritor participará, junto a Eduardo Punset o Edurne Pasabán, en el primer Congreso de la Felicidad que tendrá lugar en el Teatro Quinto de Madrid los días 19 y 20 de octubre.
Expertos nacionales e internacionales se darán cita en Madrid los próximos 19 y 20 de octubre para revelar su fórmula secreta de la felicidad. Lo harán a través de diez conferencias, entre ellas ‘Educar en la felicidad’, de Javier Urra, autor de libros como ‘Fortalece a tu hijo’ (Planeta, 2010) o ‘Recetas para compartir felicidad’ (Aguilar, 2009). La recaudación se donará a la Fundación Pequeño Deseo, a cuyo patronato pertenece Urra, y que tiene como objetivo cumplir los deseos de niños con enfermedades crónicas o demal pronóstico.
¿Cómo entiende la felicidad?
Compartida, los buenos momentos con los amigos, poder ayudar a alguien… Hacemos casi todo por los demás.
Adelántenos alguna receta para llegar a ella.
No creo en recetas, sino en la actitud, en como uno quiere ver la vida y en que le pide.No hay que darse importancia, sí tener humor, rodearse de buenos amigos y cuidarlos. La felicidad son instantes, aunque algunos se empeñen en que sea continua.
¿Resulta complicado educar en la felicidad?
Sobre todo en esta época de crisis… En la conferencia explicaré que el optimismo es una obligación ética y que es necesario fortalecer a los chavales con estímulos del exterior.
¿Por qué nos cuesta tanto conseguirla?
Porque no se nos educa emocionalmente, no sabemos gestionar nuestras emociones (la ruptura, la ira, la empatía…), especialmente los hombres. Lasmujeres tienen memoria afectiva.
¿Quiénes son los maestros de la felicidad?
El médico que trae a un niño a la vida, la persona que acompaña a otra que ha perdido a alguien, elque hace las cosas bien hechas…
¿Cuál es la petición más curiosa que ha formulado un niño de la Fundación Pequeño Deseo para ser feliz?
Viajar hasta las pirámides de Egipto, ir a 280 km./h. con un piloto en Montmeló, reunirse con Zapatero, nadar con delfines…
¿Podríamos aprender de ellos?
Sin duda. Te pongo un ejemplo. Diego Gallego, que ya ha fallecido, era un chico de 22 años que había pasado toda su vida en el hospitalNiño Jesús, por su fibrosis quística y, a pesar de todo, era el hombre más feliz que jamás he visto sobre la tierra. Otro modelo es Luis Arbea, un magnífico profesor universitario que padece esclerosis, que va en silla de ruedas, y que nos va a transmitir mucho en el Congreso.
Javier Urra: “La felicidad son instantes, pero la queremos continua” http://bit.ly/doXpGa