"Charles Dickens me ofreció la primera visión del desamparo"
Su última novela, Niños feroces (Destino, 2011), comienza en Getafe, con el estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936, "precisamente por la curiosa forma en la que se inició, cuando la mitad de los militares se rebeló y la otra no", explica Lorenzo Silva (Madrid, 1966). De este modo, el escritor hace un nuevo guiño en su obra a la ciudad donde ha residido la mayor parte de su vida. El padre de Bevilacqua y Chamorro participará en la lectura del Quijote el 23 de abril, Día del Libro.
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gentedigital.es/P.C.
13/4/2012 - 08:35
Antes, entre el año 1997 y el 2000, Silva dedicó a este municipio una trilogía juvenil (Anaya) formada por los títulos 'Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia', 'El cazador del desierto' y 'La lluvia de París'. Por este y por otros motivos, el autor no podía faltar en la VIII Semana del Libro Infantil y Juvenil que se celebrará en la localidad desde este viernes 13 de abril y hasta el próximo día 29.
Charles Dickens ha sido elegido como temática central de esta programación, ¿qué influencia ha ejercido en usted?
Ha dejado mucha huella. En lo que se refiere a versiones adaptadas para niños, es de los primeros autores que leí, y hay novelas suyas que realmente me marcaron, como Oliver Twist, Cuento de Navidad o David Copperfield. Los descubrí con 6 ó 7 años, cuando uno se está construyendo su particular versión del mundo. Lo que me llamó la atención fue la soledad y el desamparo de sus personajes, niños huérfanos, niños de la calle. Digamos que me ofreció mi primera visión del desamparo.
En 'Niños feroces', su última novela, habla de una generación habituada a un lenguaje y a un tipo de comunicación muy concretos.
Sí, aunque está ambientada en los años 40, hay una mirada de un joven de hoy, miembro de una generación que tiene un volumen de información muy superior al que poseían sus mayores, menos ordenada y estructurada, sin jerarquizar. Hay cierta costumbre y comodidad al dejarse llevar por la información instantánea.
Otro de sus trabajos recientes, 'Los trabajos y los días', se ha desarrollado gracias a la red social Libros.com y a la financiación alternativa llamada 'crowdfunding', con la que recaudó más de 3.000 euros.
Era un experimento incierto, pero es verdad que la literatura ha funcionado hasta ahora de una forma que no sé si podrá mantenerse, y que vivimos un momento embrionario, un momento de transformación de muchas estructuras anteriores. Yo tenía mis dudas. Por un lado, me parecía todo un desafío plantear una contribución económica a un libro que no existe. Por otro lado, no se trataba de un libro convencional, comercial, sino de una selección de artículos de un blog. Es una obra extraña, heterogénea, pero este proyecto ha demostrado que la red es muy grande y que recoge muchos comportamientos diferentes.
¿Le ve futuro a esto de la financiación en masa?
Me atrevo a profetizar pocas cosas, pero creo que tendrá más peso en la producción musical o en otro tipo de creaciones más participativas que la literatura.
¿Las librerías siguen teniendo sentido?
Sigue teniendo sentido todo. Las cosas nuevas que aparecen no destruyen lo que había antes. Un buen librero sigue siendo un elemento muy valioso, al igual que un buen editor que sepa formular una sugerencia, valorar tu trabajo, promocionarlo. Esta gente no sobrá.
¿Tiene alguna de referencia en Getafe?
'El lobo flaco'.
Para los que prefieran el libro electrónico, ¿cuánto debería costar?
Entre 2 y 6 euros, un precio por debajo del libro de papel, que sí es, incluso, revalorizable. El 'ebook' es más bien un servicio.
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