Una de las estampas curiosas que ha dejado la borrasca Filomena en Madrid ha sido la de numerosos coches enterrados bajo la capa de nieve o estacionados en lugares insospechados. Mientras se procede a la retirada de vehículos por parte del Ayuntamiento, recogemos una serie de recomendaciones que ofrecen desde la Fundación de Línea Directa en el caso de que tenga que coger su coche particular:
Evitar los desplazamientos a no ser que sea una causa de fuerza mayor, como han recomendado a lo largo de todo el fin de semana todas las autoridades.
Neumáticos: si no se usa el calzado adecuado para el vehículo, hay más peligro de que este patine y tener un accidentes. Son recomendables el uso de neumáticos de invierno y de cadenas. De hecho, en estos momentos en la Comunidad de Madrid es obligatorio el uso de cadenas en toda la red principal de carreteras y en las calles de los distintos municipios.
Colocación de cadenas: lo primero que hay que saber es que se deben poner en las ruedas motrices del coche (si no se sabe cuáles son, está en el manual del vehículo). Si son cadenas metálicas, hay que estirarlas para evitar que estén entrelazadas, después se estira el cable de acero por la parte trasera de la rueda y se engancha en ambos extremos. Tras esto se coloca y estira la cadena rodeando el neumático por la parte que hace contacto con el suelo. Por último, se enganchan todos los tensores de la parte delantera para fijar las cadenas. Finalmente, se debe mover el vehículo unos centímetros para comprobar que están bien colocadas.
Si son de tela, se empieza por la parte de arriba para después cubrir toda la superficie que no está en contacto con el asfalto. A continuación, el conductor tendrá que mover el coche para cubrir la parte que faltaba.
Marchas largas: conducir con nieve o hielo implica reducir la velocidad, pero lo verdaderamente esencial es ir con la marcha más larga posible para no perder adherencia al traccionar. Salvo si se ha de bajar una cuesta; en este caso se debe ir con la marcha más corta para que sea el propio motor el que retenga al coche.
Velocidad: se debe circular ante nieve o hielo a menos de 40 km/h y con suavidad para que no patinen las ruedas. Además, para no perder el control del vehículo, hay que evitar acelerar o frenar de forma brusca.
Distancia de seguridad: aunque es muy poco probable encontrarse muchos coches cuando la carretera está en estas condiciones, no es imposible y alejarse de ellos y mantener una importante distancia de seguridad es clave para evitar accidentes. Cuando el asfalto está en estas condiciones, la capacidad de reacción y de frenada se reduce, por lo que si estás alejado de otros vehículos, ayudará a evitar algunos sustos.
Llevar las luces incluso cuando sea de día es otra de las claves que recuerdan los expertos de seguridad vial de la Fundación Línea Directa. Las luces mejoran la visibilidad del vehículo. Pero, cuidado, porque a veces estas luces en contacto con las superficies nevadas o heladas pueden hacer daño a la vista de otros conductores y provocar que pierdan visibilidad.
Circular por las rodadas que han hecho otros coches es una forma muy inteligente de circular por la nieve, ya que estará más compactada y será más sencillo y seguro conducir por ahí.
Preparar detenidamente el viaje: antes de ponerse al volante en estos días de nevadas y heladas, hay que consultar el estado de las carreteras por las que circular, ver vídeos sobre cómo se ponen cadenas del coche, consultar el manual de instrucciones del vehículo y revisar bien que el coche está en perfectas condiciones. Además, como medida de prevención, es aconsejable repostar y llenar el depósito y contar con un ‘kit de supervivencia' que contenga agua, alimentos, linterna, batería recargable, y ropa de abrigo.
Subviraje y sobreviraje: en el caso de perder el control del coche pueden pasar dos cosas y se debe actuar de formas distintas: subviraje (el coche gira de menos) y se debe levantar el pie del acelerador para recuperar la tracción. En el sobreviraje (gira de más) se levanta el pie también pero se debe acompañar contravolantando en el sentido contrario al que haya girado el coche.