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ante el Maccabi

El Barça se estrena con victoria en el 'Top-16' de la Euroliga

Los 24 puntos de Juan Carlos Navarro fueron uno de los pilares sobre los que se asentó el triunfo local. El Maccabi no pudo dar la sorpresa a pesar de estar arropado en las gradas por un buen número de aficionados. Perkins fue el mejor de los suyos.

Archivado en: Top-16, Euroliga, Regal Barcelona

Una de las claves fue la victoria de Kosta Perovic en su lucha particular con 'Baby Shaq' Schortsanitis

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21/1/2011 - 09:24

El Regal FC Barcelona ha conseguido esta noche una importante victoria en el Palau Blaugrana ante el Maccabi Electra de Tel Aviv (81-71), en la primera jornada del 'Top 16', que les permite encarar el grupo con la tranquilidad que da una victoria ante el gran rival y que infla de moral a un equipo que, ante las lesiones, tiró de veteranía de Navarro y el acierto del ex Maccabi Anderson.

Fue el estreno del 'Top 16' en el Palau Blaugrana y éste respondió. Tras una Fase Regular que suele hacerse larga, la afición culé acudió a la llamada de Pascual y Navarro en la previa y contribuyeron a crear la magia necesaria para partidos de esta entidad. Maccabi, que llegaba con la etiqueta de ser el mejor equipo de la primera fase, volvió a notar el aliento del Palau en su contra.

Los Barça-Maccabi son ya todo un clásico de la Euroliga, pero desde el 'Top 16' de la campaña 2008/09 que no se cruzaban. Así, con las ganas que provocaba esta sequía, muchos aficionados israelíes viajaron con el equipo y propiciaron que el espectáculo no viviera sólo en la pista, sino que subiera escaleras arriba.

Y es que en el parquet no hubo decepción. Navarro lideró como él solo sabe a su equipo a base de perforar el aro desde la línea de triple, con grandes series, mientras que Alan Anderson --en su acertada línea-- y Terence Morris cuajaron una muy buena actuación ante su ex equipo. No obstante, la clave estuvo en el inicio de partido y en la importante victoria de Kosta Perovic en su lucha particular con 'Baby Shaq' Schortsanitis.

Seguramente, el pívot serbio cuajó su mejor partido como blaugrana. El técnico israelí, David Blatt, planteó el partido con el gigante Sofoklis Schortsanitis como referencia. A él fueron los primeros balones, pero fue Perovic quien a base de trabajo y una mayor velocidad en ataque consiguió hacerse el amo de la pintura. Anulada la primera táctica hebrea, los blaugrana se encomendaron a Navarro y llegaron las primeras ventajas importantes (17-7 y 21-11).

SIN GRANDES RENTAS
No obstante, en el transcurso del partido el Barça no fue capaz de sacar mejor provecho a sus rachas anotadoras y las distancias nunca fueron lo suficientemente grandes como para que se descolgara Maccabi, quien vivió de la aportación exterior de Pargo y Perkins y de cierta suerte para maquillar siempre los finales de cuarto.

Tan solo en el segundo cuarto el Maccabi fue capaz de ponerse por encima en el marcador (el 27-28 fue la primera ventaja tras el 0-2 inicial), y es que Pascual, que no hizo cambios hasta el último minuto del primer cuarto, inició las rotaciones y el equipo lo notó. Maccabi fue más agresivo en defensa y supo aprovechar la baja intensidad blaugrana.

En cambio, tras el descanso Perovic volvió a poner en su sitio a los interiores del Maccabi y Morris decidió sumarse al partido, para junto a Anderson aguar la fiesta a sus ex compañeros y ser los escuderos ideales de un Navarro que anotó y, además, hizo jugar al resto del equipo ejerciendo funciones de Ricky Rubio, no muy acertado.

Con 63-53 al final del tercer cuarto, parecía que el último podría ser de trámite si los de Pascual conseguían imprimir su mejor defensa, que es una de las más férreas de Europa. No obstante, Maccabi tiró de orgullo y consiguió meterse en el partido (72-67, a falta de 2:50 para el final) a base de jugar al límite del reglamento y viéndose beneficiados por un pequeño lapsus de acierto blaugrana.

Entonces, cuando peor pintaban las tornas, el vigente campeón de Europa utilizó sus mejores cartas para conseguir un póker definitivo. Supo jugar con un arbitraje irregular, desquiciar al rival en vez de entrar en su juego sucio y perder los nervios, para así conseguir un bonito colchón (77-69, a 1:20) que facilitar el jugar con cabeza, no con el corazón. Al final, se quedó en casa la victoria que "vale doble", como apuntó Pascual antes del choque.

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