El Villarreal logró su cuarta victoria consecutiva en casa gracias a los goles de Cani y Rossi que sentenciaron a un Atlético que no ofreció su mejor versión en el penúltimo partido de la octava jornada de la Liga BBVA.
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gentedigital.es
25/10/2010 - 07:30
La polémica actuación de Ramírez Domínguez y el buen estado de forma de los atacantes del 'submarino amarillo' sentenciaron a un Atlético que pareció saltar a El Madrigal dispuesto a arrancar algún punto más que a disputar la victoria.
El conjunto amarillo desplegó un gran juego en ataque durante todo el encuentro, gracias al planteamiento de su técnico, Juan Carlos Garrido, que dispuso en el once de gran parte de su arsenal ofensivo con Cazorla, Cani, Rossi y un Nilmar que cuajó un excelente encuentro.
El delantero brasileño volvió loca a la defensa atlética y fue determinante en el primer gol de su equipo tras un impresionante eslalon desde medio campo para ceder finalmente a Cani, que no perdonó en el mano a mano frente a De Gea.
Los colchoneros saltaron al césped sin la presencia de Diego Forlán en su once inicial, en otra polémica decisión de Quique Sánchez Flores que volvió a dejar al uruguayo en el banquillo para dar entrada a un Diego Costa que estuvo desaparecido.
Al técnico rojiblanco no le salió bien ni su apuesta en el ataque ni su defensa con Perea formando junto a Godín. La rapidez de Nilmar superó a la defensa atlética que contaba con las sensibles bajas de Domínguez y Valera por lesión.
Tras el paso por vestuarios, el guión del partido fue idéntico al de la primera mitad con el Villarreal volcado en ataque. Los de Garrido obtuvieron pronto el premio a su constancia y Rossi tras una gran jugada dentro del área colocó el segundo en el marcador.
Quique Sánchez Flores buscó la reacción y dio entrada a Forlán y Tiago pero ni el uruguayo ni el portugués lograron enderezar el rumbo del conjunto colchonero en el encuentro. Con el Atlético vencido, Nilmar pudo matar el partido con el tercero tras plantarse sólo frente a De Gea pero el meta madrileño acabó atajando el disparo.
Los colchoneros se marchan de Villarreal ofreciendo una cara totalmente distinta a la que demostraron esta semana en la Europa League donde vencieron al Rosenborg por 3-0. Quique Sánchez Flores fue expulsado al descanso por reclamar una de las tres penas máximas por las que protestaron en el bando rojiblanco.
Los colchoneros exigieron penalti en dos entradas de Bruno a Simao y a Agüero al filo del descanso, y en una caída del 'Kun' en la segunda parte en un forcejeo con Capdevila. Indignación atlética en uno de sus peores partidos en esta temporada, mientras que el Villarreal no cede y sigue en cabeza de la tabla situado a tan sólo un punto del Real Madrid.
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