Lejos de sus mejores años, la selección escocesa se mueven en un segundo escalón del fútbol europeo. El excesivo dominio de Celtic y Rangers en su liga y la ausencia de jugadores destacados a nivel internacional, son sus principales problemas.
gentedigital.es/F. Quirós
12/10/2010 - 05:36
Graeme Souness, Archie Gemmill, Paul McStay, Gordon Strachan... hablar del fútbol escocés es hacerlo de grandes jugadores y de épocas gloriosas que para decepción de Craig Levein quedan ya muy lejanas. Desde 1998 la selección escocesa no logra meterse en una fase final de un campeonato internacional. Desde entonces, tanto la prensa como la afición se muestran muy críticos con un equipo que aún representa los valores de aquel fútbol del 'kick and run'.
Sólo la aparición de Celtic y Rangers en alguna final de la Copa de la UEFA ha sacado del letargo al balompié escocés en los últimos años. La hegemonía de los dos grandes ha acabado convirtiendo a la Scottish Premier League en un campeonato previsible donde los jóvenes no tienen muchas oportunidades.
Ante esta decadencia, no extraña que en la alineación titular que previsiblemente saltará de inicio esta noche al césped de Hampden Park incluya a un futbolista como David Weir. El veterano central del Glasgow Rangers apura sus últimos partidos como internacional a sus 40 años, un dato que habla poco en favor de las jóvenes generaciones de la 'Tartan Army'. Él es el encargado de liderar a una zaga que intentará frenar como pueda las acometidas de la campeona del mundo.
FLETCHER, LA REFERENCIA
En el centro del campo destaca la presencia de Darren Fletcher. Acostumbrado a un papel secundario en el United donde se ha convertido en una pieza básica en una línea de la que dimitió hace tiempo el díscolo Barry Ferguson. El otrora capitán del Rangers fue triste protagonista tras el regreso de un partido de clasificación anterior ante Holanda y desde entonces no ha vuelto a la selección.
Fletcher representa a la perfección, el prototipo de jugador escocés. Desde la retirada de McAllister nadie ha asumido el papel de organizador en un equipo que previsiblemente se basará en las acciones a balón parado para inquietar a Casillas.
Las críticas se han vuelto feroces sobre la gestión de Levein. El seleccionador escocés decidió prescindir de cualquier delantero para el partido ante República Checa y Escocia lo pagó caro. Por eso, este martes no sería de extrañar que tuvieran minutos durante el partido el goleador Kenny Miller o Shaun Maloney que vive un buen momento en el Celtic.
Todo lo que no sea una victoria de España en Hampden Park podría ser catalogado de sorpresa. Con mimbres como estos, se echa de menos a jugadores como Souness o Gemmill. En la selección escocesa, al contrario que en la española, cualquier tiempo pasado sí fue mejor.
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