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FÚTBOL: mundial

VARras y estrellas

España acabó hincando la rodilla ante la vigente campeona del mundo por un ajustado 2-1. Estados Unidos sólo pudo batir la portería de Sandra Paños merced a sendos penaltis. La Eurocopa de 2021 es el próximo reto de las de Jorge Vilda.

Archivado en: fútbol, Mundial femenino, selección española, Jorge Vilda

F. Q. Soriano
28/6/2019 - 00:26

Lejos de los nervios del debut de Canadá 2015, España se tomaba el Mundial femenino de este verano como una oportunidad histórica, una cita que supusiera la guinda a una temporada en la que la Liga Iberdrola y la Copa de la Reina se han ido abriendo paso en forma de reconocimiento popular.

Aunque al campeonato galo aún le queda por delante una semana de emoción y partidos, el balance del combinado que dirige Jorge Vilda es más que notable. La primera premisa, sumar un triunfo en un Mundial, se cumplió en el partido inaugural ante Sudáfrica. El segundo punto en la hoja de ruta pasaba por superar la fase de grupos, un objetivo que se superó con creces al acabar segundo, sólo superado por Alemania. Pero, sin duda, España puede decir con orgullo que ha cumplido con el propósito mayor, el de demostrar que se puede tutear a las selecciones más potentes del panorama internacional. Si ante Alemania ya dio un serio paso adelante en este sentido, el partido de octavos de final ante la vigente campeona y una de las grandes favoritas, Estados Unidos, sirve a la 'Roja' para sacudirse cualquier complejo y, de paso, mandar un aviso para navegantes: a poco que se sigan haciendo bien las cosas en las categorías inferiores y que la Liga Iberdrola continúe creciendo, España estará en condiciones de plantarse en las rondas más importantes.

POLÉMICA
Estados Unidos, un equipo que goleó a Tailandia por 13-0 en la primera fase y que aún no había recibido un solo tanto, sufrió de lo lindo para superar al combinado de Jorge Vilda. En muchas fases del partido, la presión alta de las españolas y el juego de posesión incomodaron sobremanera a las norteamericanas, quienes sólo pudieron desequilibrar el marcador merced a dos penas máximas, la segunda de ellas más que rigurosa. La húngara Katalin Kulcsar consideró punible una leve acción de Virginia Torrecilla, una decisión que reafirmó después de que los árbitros que estaban en el VAR la invitaran a revisar la jugada por el monitor. Rapinoe marcó el 2-1 y dejó a España en la cuneta tras un Mundial brillante.

Después de esta pequeña decepción, la selección ya mira al futuro, con la clasificación para la Eurocopa que se celebrará en 2021 en Inglaterra como gran objetivo. España ha quedado encuadrada en el Grupo D, junto a República Checa, Polonia, Moldavia y Azerbaiyán. Esta última será su primer rival, en un choque que se disputará el 4 de octubre en suelo español. Los campeones de grupo y los tres mejores terceros accederán directamente a la fase final continental.

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