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MADRID: GRAN ESTRENO TEATRAL

'El Rey León', un rugido admirable

El musical, inspirado en la película de Walt Disney que salió a mediados de los 90 y de gran éxito en Broadway desde su creación, conquista al público tras su estreno en el Teatro Lope de Vega de Madrid. Más de 60 millones de personas han visto un espectáculo que destaca por su gran creatividad y originalidad.

Archivado en: teatro, musical, Madrid, Teatro Lope de Vega, El Rey León, Stage Entertainment, Walt Disney

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gentedigital.es/Marcos Blanco Hermida
03/11/2011 - 20:17

Walt Disney estrenó en 1994 una de sus películas más emblemáticas, 'El Rey León', un título que enamoró a pequeños y mayores, identificados con la tragedia de Simba, aquel cachorro al que le cantaban 'Hakuna Matata' en la sabana africana para que aprendiese a vivir la vida sin preocupaciones. Sin embargo, el ciclo vital le obligó a volver a casa para enfrentarse al dolor del pasado, superarlo y cumplir con su obligación, la de que recordase siempre quién era y de dónde venía.

Independientemente de la tragedia que envuelve a la trama, que muchos aproximan al 'Hamlet' de Shakespeare, el filme abordaba el pasaje de la madurez y se convirtió hace 14 años en  un espectáculo de teatro musical. Como casi todos, tuvo su prueba de fuego en Broadway, el epicentro artístico de Nueva York. Pese a la dificultad técnica y física que suponía trasladar los dos universos, el animal y el animado a un escenario, el montaje encabezado por la directora teatral Julie Taymor consiguió un éxito insuperable y su versión en castellano se ha estrenado recientemente en el Teatro Lope de Vega con la producción de Stage Entertainment.

Debido a la dudosa calidad de otras grandes producciones que iluminan la Gran Vía madrileña, 'El Rey León' se presentaba en España con la presión que genera una obra que ya está considerada como un clásico de las artes escénicas, después de haber vendido más de 60 millones de entradas. De hecho, según sus promotores, se trata del cuarto espectáculo de la historia del teatro en superar esa cantidad y el número uno de índole estadounidense, ya que 'Cats', 'Los Miserables' y 'El fantasma de la Ópera' poseen nacionalidad británica en su DNI.

Actualmente, continúa representándose en Nueva York y también figura en las carteleras de Londres, Tokio, Singapur y Japón. Además, está de gira por el país de las barras y las estrellas, su lugar nativo. Por estas circunstancias, su llegada a la capital de España había creado un gran expectación, que se ha resuelto con la euforia gestual o la tranquilidad corporal, dependiendo de cada uno, de quien regresa a la realidad tras un viaje repleto de fantasía.

Estos espectáculos no resultan especialmente baratos, debido a la complejidad laboral intrínseca y al beneficio comercial latente en cualquier producción, pero las sensaciones experimentadas durante el transcurso de 'El Rey León', siempre que uno acuda con una apertura mental en sus cinco sentidos, ratifican una excelente inversión, un desembolso minúsculo en esta sociedad traumatizada, en la que cada gasto, con razón, es un dilema excelso. El placer debe pagarse en su justa medida y aquí no hay pirateo que valga. Afortunadamente, el teatro se salva de esta vorágine inmoral que nos persigue desde hace años.                     

Actores latinos, africanos y españoles configuran un sobresaliente elenco liderado por el mexicano Carlos Rivera (Simba), el panameño David Comrie (Mufasa) y el barcelonés Sergi Albert (Scar). Al principio, sorprende la sonoridad de ciertos personajes debido a su acento, ya que el público no está acostumbrado a estas situaciones, pero pasa a ser un asunto ínfimo debido a la credibilidad interpretativa y a la riqueza lingüística que provocan sus apariciones.

La grandeza de 'El Rey León' no sólo se ciñe a la emotividad transmitida por los personajes o a la sobresaliente musicalidad del montaje. Su mayor valor se encuentra en la escenografía, que genera un potente exotismo africano mediante un diseño artístico sumamente original. Máscaras, esculturas, figuras animadas con un control muy terrenal y la geométrica colocación de la parafernalia material dotan a la función de un preciso dinamismo, aunque en ocasiones exista un exceso de elementos en la escena, ya sea por el interés de los creadores o por las limitaciones físicas del recinto. Los efectos visuales aumentan el poder evocador de un espectáculo con una identidad superlativa. Aquí, el teatro genera felicidad. 'Hakuna matata'.

SEIS TONY Y DECENAS DE PREMIOS EN SU HABER


Público y crítica han aplaudido esta obra, que recibió seis premios Tony (los más prestigios a nivel internacional en el mundo del teatro) en 1998 y que acumula 70 premios artísticos de primera categoría durante su trayectoria en los escenarios. Quienes no hayan visto la película comprenderán perfectamente el mensaje moral y humano del musical. El pequeño Simba, destinado a suceder en el trono a su padre (el rey Mufasa) huye a la selva después de que se sienta culpable por la muerte de éste tras un plan ideado por su tío Scar. Allí, conoce a Timón y Pumba, que le adoptarán antes de que su amiga Nala y el recuerdo de su progenitor le enseñen de nuevo el camino. Entonces, se encontrará con un reino debilitado y en las manos más inadecuadas.

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