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Paul Pen: "Nos interesa tanto el mal que lo convertimos en entretenimiento"

Tras el éxito de ‘El brillo de las luciérnagas' y ‘La metamorfosis infinita', el escritor madrileño presenta nueva novela: ‘A un lado de la carretera'.

Archivado en: entrevistas, cultura, literatura, Paul Pen

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"Me interesa mucho la pureza de la mirada de niños y adolescentes"

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F. Q. Soriano
14/3/2024 - 18:17

Aunque sus novelas suelen gozar de un éxito notable en cuanto a ventas y crítica, a Paul Pen la buena acogida que está teniendo su nueva entrega, ‘A un lado de la carretera’ (editorial HarperCollins), le ha pillado un poco por sorpresa. Hablamos con el escritor sobre este libro en la siguiente entrevista

Han pasado ya unas semanas desde la publicación de esta nueva novela, 'A un lado de la carretera'. Por si hay alguien que todavía no la conoce, ¿cómo definirías, en pocas palabras, este nuevo libro?
Definiría 'A un lado de la carretera' como una historia de 'true crime', aunque en realidad trate de un crimen ficticio. La manera de escribirlo ha sido como si fuera un recuento de un crimen real y este recuento lo hace un escritor que se traslada al hotel-restaurante Plácido, que es donde ha tenido lugar este crimen, un terrible suceso.

Comentábamos antes de empezar la entrevista esa presentación que tuvo lugar en Fnac Callao, donde pudiste hablar con tus seguidores, con la gente que ha leído la novela, ¿qué 'feedback' te está llegando?
Me está llegando un 'feedback' sorprendentemente bueno, incluso un poco mejor de lo que esperaba. Cuando uno saca una novela, siempre espera lo mejor, sí es verdad que pensé que iba a gustar, pero me están diciendo cosas que me están sorprendiendo mucho. Está gustando mucho la ambientación, el personaje de Coral y un giro final que hay. Muchos lectores me están diciendo, y por eso te digo que estoy sorprendido para bien, que está siendo su novela favorita de las seis que tengo.

Ya en la portada del libro podemos ver a uno de los personajes, aunque no sea de carne y hueso, ese hotel-restaurante Plácido. En la ficción norteamericana es muy habitual recurrir a este tipo de establecimientos, en cambio aquí, en España, no sé si consideras que es el gran olvidado, el 'true crime'.
Sí, considero que es un gran olvidado. He escrito novelas situadas en Estados Unidos, en México... no tengo miedo a viajar fuera para situar historias si creo que es el mejor lugar para ubicarlas. Y, con esta historia, que en realidad ese alojamiento de carretera fue lo primero que me hizo querer escribir esta historia, podría haberme ido al universo norteamericano que tenemos todos tan interiorizado, el de un motel de carretera, perdido en mitad de la nada, con el cartel de neón... está muy explotado ese imaginario popular y, sin embargo, no lo está el hotel de carretera nuestro, también tenemos carreteras secundarias, hoteles que están en sitios que parecen que no pertenecen a ningún lugar y que a mí siempre me han resultado igual de inspiradores. Por eso esta vez tomé la decisión de traérmelo aquí, precisamente para reivindicarlo un poco y también porque me parecía que era más original explotar esto que tenemos ahí. Como tú dices, es un gran olvidado y espero que esta novela sirva para empezar a reconocer que también le puedes dar una mirada estética
y convertir esto que en principio es feo, aunque los moteles norteamericanos también lo son, en  algo interesante e inspirador.

Hace dos años hablábamos sobre 'La metamorfosis infinita' y explicabas esa dificultad que te supone dar un nombre a los personajes. ¿Has querido hacer con Plácido el mismo contraste que con Alegría?
Al principio tenía la idea de un hotel-restaurante y no sabía qué nombre le iba a poner, pero me parecía más lógico que tuviera el nombre del dueño o el apellido, el típico nombre familiar que se pone en estos locales. Pensé que debía ser un nombre propio,  y buscando nombres propios que tuvieran significación, de repente pensé: ¿y si es todo lo contrario a la realidad? De manera irónica  le puse Plácido, que es el nombre del dueño también, porque el hotel-restaurante es de todo menos plácido. Por la historia que ocurre ahí debería llamarse hotel-restaurante Trágico.

Los lectores se van a sentir prácticamente allí, aunque sea un lugar ficticio. Ese punto de origen, el hilo para contar esta historia, ¿surgió precisamente en un hotel-restaurante parecido?
No veo ninguno en concreto, pero sí tiene características de todos en general y de lo que tienen en común todos. Todos al final en un viaje por carretera siempre hay un momento en el que paramos. Trato de huir de los que son cadenas, también de los que están ya llenos de autobuses y me gusta ir a estos que son auténticos y que mantienen todavía esta esencia de hotel-restaurante de carretera. Es un ideal que amalgama un poco todos los que conozco.

Uno de los protagonistas es Lucas, ese escritor que persigue firmar una gran novela de 'true crime'. Parece fácil caer en la idea de que es un alter ego tuyo.
Sí, de hecho me la están preguntando muchos. No puedo decir ni que sí ni que no, la verdad es que
no me lo planteé como alter ego, simplemente quise, por primera vez en mis novelas, que hubiera
un espectador externo contándonos la novela. Hasta ahora he sido muy de contar las historias desde dentro, 'La metamorfosis infinita' nos la contaba la propia madre de Alegría, que era la víctima. Aquí quizás me podría haber metido en la piel de alguna de las hermanas, pero esta vez, por alguna razón y por querer ir al 'true crime', necesitaba un espectador externo. Lo habitual es que sea un periodista, un policía, un detective... pero a mí esas figuras no me interesan. Cuando di con la figura del escritor sí me sentí identificado. No es un alter ego, aunque luego sí ha sido inevitable que ciertas cosas mías hayan acabado en él.

Precisamente sobre los periodistas quería preguntarte. Cuando en España hay un caso parecido al que se narra la novela,  hay una especie casi de espectáculo paralelo. ¿Cuál es tu opinión de la cobertura que se hace de este tipo de sucesos tan trágicos?
Por eso también preferí que no fuera un periodista, un detective o un policía, sino un escritor. Lo que sí tiene de mí es el deseo de dar otra visión diferente de estos sucesos, que al final los acabamos percibiendo como uno más, como que no hay nada más allá del propio muerto y el asesino. Siempre me planteo todo lo que hay detrás de cada uno de esos crímenes y que para esa gente afectada realmente su vida se ha quedado desgarrada para siempre. Quería dar una visión un poco más humana sobre el drama y la tragedia. Me apetecía dar un lado un poco más humano,  y por eso contrapuse lo que es Lucas como escritor del enfoque del periodismo que siempre cubre estas noticias.

No faltan en la novela los curiosos que, de vez en cuando, van el propio lugar del suceso. ¿Crees que hemos banalizado el mal en la sociedad actual?
Creo que sí, que nos interesa el mal y, cuando no nos afecta a nosotros, se ha convertido en entretenimiento. No me atrevo a condenarlo, porque yo mismo lo consumo, estoy escribiendo 'true crime' porque me fascina ver documentales sobre ello. Pero, claro, si te paras a pensarlo cómo puede ser que estemos en el sofá de casa comiendo palomitas viendo que, por ejemplo, una niña ha matado a sus padres, lo percibimos como si fuera una película, entretenimiento. Aunque sabemos que es real no lo terminamos de percibir como tal, porque, si de verdad fuera así o te toca lo más mínimo en tu vida real algo de este calibre, no entenderías que alguien pueda estar utilizándolo como entretenimiento.

Hablemos de Coral. Meterte en la psique de una niña que ha sufrido este gran trauma, ¿ha sido lo más complejo, lo más difícil a la hora de escribir la novela?

No diría complejo. En todas mis novelas siempre hay niños y adolescentes porque sus miradas me interesan mucho, tienen una particular inocencia, una pureza y una manera de enfrentarse a lo más terrible. Meterme en los ojos de un espectador más inocente, como puede ser en este caso Coral, víctima de un trauma tan brutal, me resultaba incluso más fácil que escribir sobre los horrores que hacen otros personajes.


Sobre la historia de Coral, ¿hay algo que te resultara demasiado escabroso y decidieras darlo una vuelta?
Sí, me pasó. Ha sido una de las primeras veces, quizás la primera, en las que me he levantado, tal y como hace Lucas también, superado por el horror de lo que estaba escribiendo. Pero luego, por otra parte,  no es nada que no hayamos visto en casos reales. Al final me acabo escudando en que sé que es ficción, por suerte lo es. No sé si escribiría en un 'true crime' de verdad porque no me gustaría tocar las vidas de personas reales, por eso me inventé este crimen.

Si fuera un caso real, esa familia va a arrastrar un estigma. ¿Crees que el hecho de regentar un establecimiento de cara al público hace que ese estigma perdure aún más en el tiempo?
Sí, claro. Al final tener un local de cara al público, y en una comunidad pequeña como puede ser un pueblo, hace que ante algo como esto todo mundo quiera conocer al protagonista de un suceso.

La novela acaba casi de comenzar a andar. Pero mirando un poco al futuro ¿qué expectativas tienes de ella?
Voy a ir a unos cuantos certámenes de novela negra: Valencia, Alicante, Alcalá de Henares... de momento sigo cerrando la agenda. Siempre me gusta ir a presentar la novela, aunque siento que mis novelas no cumplen exactamente con lo que es la novela negra, les faltan policías e investigadores; 
yo escribo 'thrillers' me siento cómodo en el suspense y el misterio. Sé que se me incluye ahí y tampoco pasa nada, pero hay algo que siento que me distancia de la etiqueta de novela negra.

Estos 'thrillers' anteriores han tenido algunos de ellos el salto al audiovisual. ¿Ves a esta novelacon posibilidades de seguir esos pasos? La veo con muchísimas posibilidades por lo que te decía antes, creo que tiene una gran localización
y da posibilidad a aprovechar estos lugares que tenemos en España que no están suficientemente explotados. Si ya leyendo la novela se siente el calor, esos atardeceres, el sol, el polvo, los cardos secos... creo que es muy sensorial, y eso visualmente sería muy adaptable, aparte de que la historia como tal tiene buenos giros y personajes. Esta vez me la estoy imaginando como una miniserie de cuatro capítulos o seis para contar bien toda la historia de la familia, entender todo ese pasado y poder extendernos incluso más en el pasado de Coral, de Perla , de Bárbara...

Cuando te sientas a escribir, aunque no tengas en mente una adaptación, e imaginas por ejemplo a Coral, ¿te viene alguna actriz concreta a la cabeza?
No, fijate, ni siquiera cuando se anuncian mis adaptaciones. Físicamente a mis personajes no los veo tan claros, tengo como una serie de rasgos que sí me vienen a la cabeza, pero más de carácter y de personalidad que físicamente.  Sí intento meter algunos rasgos porque sé que el lector los necesita y a mí también me ayudan a anclarlo en la realidad.

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