Gente digital

Presenta nuevo álbum, 'Saturno Cabaret', una historia ambientada en los años 50. ¿Cómo surgió la idea?
Mi idea era hacer algo diferente, un disco temático, como aquellos de la época de Pink Floyd o los discos de Serrat inspirados en Machado, vamos, que no fuera un puñadito de canciones. Se me ocurrió hablar de este cabaret para, sobre todo, contar que era un refugio de toda la gente de la época, independientemente de su condición social, para poder dar un tinte y color a sus vidas cuando todo lo que había afuera era en blanco y negro, muy crudo y desagradable. Ese cabaret era un refugio de libertad donde iban todos, tanto los acorralados como los acorraladores. Eso me permite contar la vida de cada uno, una fabulación sobre sí mismos.

Se desarrolla una historia bastante lineal, con un inicio y un final. Da la sensación que incluso está guionizada.
Fui haciendo los personajes según se me ocurrían. A partir de ciertas ideas fui relacionándolos entre ellos, como la chica del guardarropa que es novia del trompetista, quien a su vez es tahúr, jugando a las cartas con un tanguero y un flamenco. Ahí se cierra un círculo para abrir otro, en el que aparece un comisario y la cupletera. Después me vino un punto Berlanga con una historia coral casi en plano secuencia para ir de mesa en mesa y contar todo lo que ve 'El bien peinao', que es el cantante de la orquesta y mi alter ego.

En esos personajes hay un deseo de vivir otra vida. Aunque está ambientada en los años 50, ¿podría tener un paralelismo con el momento actual?
Nos pasamos la vida impostando porque la realidad es muy cruda, hay un pacto de tolerancia con la maldad, la misera y tantas otras cosas que, si no fuera así, nos volveríamos locos. Si no fabulas un poco, si no llenas tus días de algo que no sea lo que esta realidad tan perversa te ofrece, te acabarías tirando por un barranco. Entonces había una prohibición establecida, muy diferente al panorama actual, nosotros ahora podemos disentir, protestar e incluso romper cosas sin que pase nada dramático. Sí es comparable desde los últimos acontecimientos, hay un recrudecimiento de las ideas reaccionarias con ciertos energúmenos que reivindican la figura de Franco y comparan el golpe del 36 con lo que ahora ocurre. Es ridículo y patético, pero también peligroso, por eso es bueno que se sepa que aún quedan heridas abiertas que no se han cerrado. Mi intención es que no se olvide que de donde venimos se pasó muy mal, especialmente la generación anterior a la mía, que vivieron acosados y con la prohibición de cualquier cosa que supusiera un avance en la libertad, una mejora social o un avance salarial. Los reaccionarios están ahora muy soliviantados y es bueno que no se pierda la perspectiva histórica.

Como decíamos, desde los daikiris del primer tema hasta la redada de la última canción todo tiene un sentido. Imagino que la recomendación es escucharlo en ese orden.
Se puede oír en el orden que se quiera, pero lo ideal es escucharlo como si estuvieras en una película, vas ligando unos personajes con otros, descubres quiénes están ligados, por qué han llegado allí... El drama que ocurría fuera seguía estando dentro, sin embargo, todos jugaban a fabular sobre sí mismos e intentar parecerse a aquello que deseaban ser. Esto sigue ocurriendo a diario, tenemos derecho a desear y a ambicionar más porque va en la condición humana, lo malo es cuando de la ambición se pasa a la codicia, que genera un disparate de la realidad que acaba perjudicando a unas personas que no tienen acceso ni siquiera a lo imprescindible.

¿Hay algún Saturno Cabaret, real o imaginario, al que recurra Javier Ruibal?
No. Viví en Barcelona del 76 al 80 existía El Molino, pero no era muy asiduo de esos lugares. Sí sabía que en Zaragoza estaba El Plata, en Cádiz El Pay-pay... Igual que cuando escribí 'Pensión Triana' era una fabulación sobre muchos lugares de hostelería de baja estofa, en este caso el cabaret es una visión cosmológica de lo que sucedía en todos los lugares de España donde había cabaret. Nada es real del todo, pero bien podría haberlo sido.

Es una historia nada banal, muy sesuda. ¿Cuánto tiempo le ha llevado articular este disco?
Lo escribí relativamente en poco tiempo, luego vinieron las músicas. Antes componía y luego escribía la letra, hacía una especie de crucigrama; ahora me siento a escribir primero. La posibilidad que da es que, como si fuera un novelista, te permite ir acumulando personajes para unirlos entre sí. Ha sido divertido. No me ha llevado tanto tiempo como otros discos míos, quizás me llevó dos meses, de lo cual estoy asombrado, antes era más lento.

La presentación tendrá lugar el 17 de enero en el Teatro Circo Price. Va a haber grandes sorpresas...
Sí, grandes honores que me hacen enormes artistas de este país. Voy a tener la suerte de que Miguel Ríos, Miguel Poveda y Joan Manuel Serrat estén cantando conmigo algunas de las canciones. Creo que también forman parte de la memoria de ellos. Al ser Miguel Ríos y Serrat un poco mayores que yo, ellos sí han vivido esa época que cuento en 'Saturno Cabaret', así que cuando les propuse cantar conmigo dijeron sí de una manera espontánea y proactiva, lo que me hace mucha ilusión. Con Miguel Poveda nos une que es hijo de andaluces crecido en Cataluña, conoce muy bien toda la realidad de Barcelona. Al proponerle cantar 'Mundo obrero' me dijo que era un honor y que le encantaría porque, además, una canción muy coplera, con muchas referencias a lo andaluz.

Otro personaje conocido que ha hablado muy bien de tu trabajo es el actor Juan Echanove. Después de tantos años de carrera, ¿tienes en cuenta las críticas o has aprendido a dejarlas a un lado?
Tampoco he sido muy criticado. Una vez un periodista hizo una crítica de uno de mis conciertos y dijo que había demasiada información simultánea. En vez de tomármelo mal, pensé que era algo bueno. Al público hay que ofrecerle cosas ricas y gustosas, pero no hacerlo a su paladar, de forma que, como si fueras un cocinero, se sienten a comer tu plato y se sientan sorprendidos por esa combinación. Para mí es un estímulo. En todos los discos suelo hacer propuestas diferentes, pero este es el más diverso, es una obra singular y coral. Con el tiempo, la experiencia y también la urgencia de ver que en el reloj de arena ya hay más arena abajo que arriba, uno tiende a animarse a hacer lo que quiera. Hay un disco de Javier Krahe que se llama 'Haz lo que quieras' que me parece la frase más taxativa de lo que el ser humano ha venido a hacer en la vida, si no, siempre estás en el ejercicio de las posibilidades, acertar o equivocarse es un riesgo, pero lo importante es hacerlo. Creo que lo he hecho en un buen momento, todavía tengo la cabeza ágil y sé un poco más de mi oficio que hace unos discos.

Lo que sí se mantiene en este disco es esa mezcla de estilos musicales. Siguiendo con los símiles gastronómicos, ¿cuál es el secreto para maridarlos esos sabores?
Hay que ir al mercado. Las viandas son frescas, actuales, pero tú las llevas donde quieres, puedes hacer un plato muy a la antigua o de vanguardia, lo importante es que la materia prima sea buena. En nuestro caso hay que estar abierto a la sensibilidad que pide cada historia que cuentas, qué músicas mezclas, siempre que vengan a cuento. Creo que esa ha sido la premisa que siempre me he puesto. En este caso la idea era, por ejemplo, meter una copla casi un pasodoble en la historia de 'La cupletera'. La indumentaria musical la he buscado lo más ajustada a aquel tiempo.

Recientemente rindió homenaje a 'Pensión Triana'. Vista la evolución que ha tenido el disco y la excelente acogida, una vez que lo acabó, ¿se imaginaba realmente que podía llegar a este punto?
No, no. Siempre he dicho que con ese disco me 'autorresucité', estaba descatalogado, no había discos míos disponibles, de lo mejor de los tres discos anteriores y seis canciones más salió 'Pensión Triana'. El hecho de grabarlo en directo, con músicos que tenían carreras muy notables y se ofrecieron gustosamente a hacerlo conmigo, en un estudio y con público cómplice fue muy bonito, una fantasía. No imaginaba que resultaría así. Estamos vendiendo todas las entradas del homenaje a ese 'Pensión Triana', por algo ese disco tendrá tanta enjundia. Tampoco sé qué recorrido tendrá este 'Saturno Cabaret', ahí también está la gracia de las propuestas que vamos haciendo, no vamos tan sobre seguro porque no tenemos una industria detrás, no tenemos un soporte publicitario de alta envergadura, confiamos en que aquellos que ya nos atendieron sigan haciéndolo y que se sumen otros; ahí está la felicidad, la gracia está en que siga la partida y te den cartas nuevas todos los días. Yo, además, tuve una intervención quirúrgica que podía haber sido áspera y dura pero tuve la suerte de haberlo cogido a tiempo, reconozco que a partir de ahí todos los días me dan una carta nueva y esta partida me la voy a jugar con toda la alegría. Vivo de milagro, que decía Enrique Morente.