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Tulsa: "Nuestras historias no se contaban desde la subjetividad femenina"

La artista de Hondarribia presenta ‘Amadora', un disco conceptual en el que reflexiona sobre la figura femenina y el dolor. A través de este viaje musical pone en tela de juicio creencias sociales como la abnegación de la mujer.

Archivado en: entrevistas, cultura, música, Tulsa

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Foto: Aitor Laspiur

Foto: Aitor Laspiur

"He tenido disociadas mis facetas como música y como psiquiatra"

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Francisco Quirós
14/12/2023 - 17:08

El pasado 24 de noviembre se lanzaba su nuevo disco, 'Amadora'. ¿Cómo lo describiría? ¿Podemos hablar de un álbum conceptual?
Sí, podemos hablar de un álbum conceptual que trata de contar un personaje que se llama Amadora, que tiene dolor y, a través de él, cambia.

Ese dolor físico también convive con el psicológico en temas como 'Cuando venga el león pálido'.

Quería hacer una descripción prosaica del dolor, después la canción tiene una parte lírica y poética, habla de un león pálido, que no se sabe muy bien qué es. Quería describir las partes del cuerpo que duelen porque muchas veces se dice que te duele el pelo como un símbolo del dolor masivo, que es algo que no está localizado. Pretendía ser descarnada, con una base que aligerara, tendente al pop, pero con letras que describieran literalmente qué pasa.

La puesta de largo del álbum tuvo lugar con una propuesta muy particular en el marco del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid. ¿Cómo surgió la idea?

Todo vino porque la idea del disco de 'Amadora' me pareció infinita en cuanto a su desarrollo, era muy compleja, y, a la vez, tenía muchas ganas de tocar en teatros. Por eso pensé que era una gran oportunidad desarrollar un texto dramatúrgico que saliera del disco, por supuesto encargándolo a otra persona porque yo no soy escritora. Me parece un triunfo haberlo hecho. Hace más de un año que contacté con María Velasco, que es la dramaturga, y finalmente acabamos estrenando en los Teatros del Canal; es un acontecimiento vital para mí.

¿Va a suponer un punto de inflexión en sus actuaciones en directo?
Me gustaría que se contaminara lo que suele ser la escenificación musical, que muchas veces se reduce a sota, caballo y rey, para tomar cosas de lo que he aprendido en el teatro.

Amadora, Miren, María, Clara... ¿cuántas mujeres caben en este disco?
También están las actrices, que son Carmen Mayordomo, Celia Bermejo y Socorro Anadón, Pilar Valdevira en las luces, Amanda Solar y Josefina Gorostiza... La obra la han levantado entre María y Josefina, porque yo me vi muy limitada a la hora de imaginar escenas, supe muy claramente que no era mi ámbito. Ha sido un trabajo maravilloso de ellas dos. El cuerpo en movimiento de esas mujeres es muy político, hay una tendencia a relegar a las actrices que llegan a cierta edad. María ha solventado aquello que precisamente denunciamos en el disco.

El primer adelanto del álbum fue 'No quiero hacer historia'. ¿Es una canción que sólo se puede escribir desde la madurez?
Sí, en la juventud era bastante ignorante. Hay gente que en la juventud tiene una sabiduría muy especial que luego se desvanece. Hay muchos autores, en cualquier ámbito, que entre los 20 y los 30 tiene una clarividencia potentísima. Yo soy del otro tipo, entre los 20 y los 30 iba como un caballo con ojeras, solo miraba en una dirección, pero ahora con los años voy siendo más consciente de todo. Desde luego no podría haberlo hecho antes.



'SANTAMÁRTIR', ¿está dedicada a las mujeres de otra generación que han recibido una educación más pensada en cuidar de los demás que en sí mismas?

Sí, pero yo también estoy ahí, he recibido una crianza católica, muy cerca de los santorales, de hecho la intro es del himno de Santa Agueda, a quien le cortaron los pechos. Es un himno que se canta en el País Vasco, me parece precioso. Hay una especie de santidad, de abnegación, de disponibilidad, de cuidado, ternura, bondad...todo eso asociado al rol femenino y enmascarado en un instinto natural; parece que si somos otra cosa somos aberrantes. Yo misma he tenido ese conflicto al acercarme a los 40, me planteé si soy la señora de que debería ser u otra, dónde me colocaba frente a mi madre, tías y hermanas, es un conflicto mío, a pesar de que estoy cantando a otra persona.

Otro adelanto fue 'Laguna', un canto a la amistad...
Creo que es fundamental no dejar de lado la amistad con el paso de los años. Hay una frase que se repite mucho, que los amigos se alejan cuando tienen familias propias, parece que tienen su vida y que no les vas a molestar. En esa frase se pierde la amistad, nos distanciamos. Luego hay rupturas de parejas y lo que tienes ahí son los amigos, a mí, desde luego, las amigas me han salvado la vida más de una vez. Era una canción que me apetecía mucho escribir para celebrar la amistad, me emocionó mucho grabarla, fue uno de los momentos álgidos.

Hemos hablado de mujeres en este disco, ¿qué le parece el concepto de sororidad?
Me parece un concepto reciente, nuevo. Es bonito que entren palabras nuevas para nombrar a las cosas porque, si no, parece que no existen. La palabra sororidad ha ayudado a cambiar este asqueroso mito de que las mujeres competíanos unas con otras, eso estaba muy presente en el discurso público. Este término ha ayudado a romperlo y, además, creo que estamos ante una realidad, estamos más pendientes unas de otras. Es una buena palabra.

¿Existe esa sororidad en la industria musical o todavía queda mucho por avanzar?
La industria musical, al igual que el resto de la sociedad, todavía tira al monte, como la cabra. Hay identificaciones, más alerta y conciencia del poco espacio que se les da a las mujeres, pero aún cuesta mucho soltar y poner a una mujer de cabeza de cartel en los festivales, o que las mujeres se atrevan más a ser instrumentistas, presentarse ante repertorios de grupo como bajistas, guitarras o baterías. Las mujeres muchas veces están porque tienen su propio proyecto, pero falta todavía que las mujeres den un paso al frente y que en lugar de quedarse de 'groupies' también cojan la guitarra y cuenten sus historias, porque las historias de las mujeres se acaban de empezar a contar. Cuando viene gente famosa con quejas escandalosas, con muchos aspavientos, de que ya está bien que las mujeres contemos nuestras historias, le contesto que no sabes lo que te queda porque acabamos de empezar. Siempre hemos sido contadas desde el otro lado, no desde nuestra subjetividad.

Podemos decir, entonces, que 'Amadora' es un paso para contar las cosas desde la óptica femenina...
Obviamente, creo que sin el feminismo no lo habría hecho, sin toda esa estructura social no se me habría ocurrido hacer este disco, no habría identificado ese dolor con los cuidados en la familia, con los cuerpos que se quiebran porque todo el mundo ha abusado de ellos, la gente de alrededor ha tomado lo que ha necesitado de ese cuerpo que acaba claudicando. Sin las lecturas del feminismo no lo habría percibido así.

Hay otra canción particular, '¿Amor o transferencia?'. Si ha sido difícil abrir el melón de la salud mental, el de la relación entre paciente y terapeuta queda todavía más lejana.
Sí, es un poco kamikaze, ver que una puerta está muy cerrada y tratar de abrirla. Me ha divertido mucho hacerla, es una de mis canciones favoritas. Es un término técnico que me gustaría que a la gente le descubriera cosas, porque a lo mejor van a terapia y no saben qué es la transferencia. No cuento la historia de nadie, sino la mía. Es una invitación a pensar en el erotismo que se despierta en el personaje a través de este "amor" en la transferencia que despierta la libido y más cosas. Además, en la obra de teatro está asociada a una escena en la que María se lució, me emocionó mucho verlo en el ensayo, es mi momento favorito de la obra.



¿Se puede disociar su faceta artística de la terapéutica?

Sí se puede porque lo he tenido disociado 20 años. Ahora he hecho una especie de integración y he perdido el miedo a ello. He tenido los dos compartimentos cerrados a cal y canto muchos años.

¿Cómo puede beber una parte de la otra?

La salud mental afecta a la música en el sentido de que me ha abierto mucho la cabeza, era una ventana al mundo muy enriquecedora. Todo esto, esa escucha, me ha transformado no sólo como música sino, sobre todo, como persona. Ha condicionado mi visión del mundo, mi humanismo y mis propios cuidados hacia los demás. También he trabajado mucho en terapia, te cambia la sensibilidad, estar en contacto con algo tan creativo como lo musical y estar en contacto con otro tipo de mundos, hace que mi escucha esté transformado, no es ortodoxa porque mi vida no lo es. Me gustar pensar que hay una flexibilidad total en este sentido.

Ha cuidado mucho todo lo referente al disco y también de la representación teatral, casi en contraposición a la dinámica actual de la industria.
Sí, es ir a contracorriente pero es que nunca he estado en el 'mainstream'. Como siempre he estado en el margen, soy una especie de riachuelo. No me lo cuestiono desde ahí, no tengo otra forma de hacerlo, sigo mis modos y mis métodos. Creo que ese es mi compromiso.

¿Hay un manual de instrucciones para escuchar este disco?
Creo que el manual de instrucciones sería escucharlo de principio a fin, es como una especie de viaje, está pensado así. Al principio está pensado para localizar la angustia y el dolor, y la segunda parte aborda la parte de encontrar una oportunidad. Si duelen las primeras canciones, animo a continuar. Estamos en una época en la que pasamos poco por los discos, incluso por aquellos que nos gustan.

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