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Alfonso Goizueta, finalista del Premio Planeta 2023: "En Alejandro Magno se unen mito y realidad"

El joven autor se proclamó finalista gracias a ‘La sangre del padre'. En esta novela, Goizueta invita al lector a hacer un repaso por la fascinante vida de este personaje.

Archivado en: entrevistas, cultura, literatura, Alfonso Goizueta

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"Aunque sea una novela claramente histórica, es muy humana"

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Francisco Quirós Soriano
17/11/2023 - 00:28

Pasados unos días desde la gala del Premio Planeta, ¿ya ha asimilado que es finalista de esta edición?
Es una cosa que nunca asimilas del todo, no terminas de creerlo, pero es verdad que ya he aterrizado mucho respecto a las sensaciones, estamos con la promoción y los libros ya han llegado a las librerías, lo que consolida mucho el hecho, le da mucha realidad. Tengo muchas ganas de que la gente esté leyendo el libro.

Se puede decir que este es el final del viaje, pero, ¿cómo fue el inicio?
Fíjate, no creo que sea el final del viaje sino el comienzo de un viaje totalmente nuevo, haber empezado una carrera literaria así es muy bonito. Los primeros pasos los di en abril de 2020, ahí fue cuando comencé a escribir la novela. Me fascinaba la idea del Alejandro joven,  del Alejandro que se supera a sí mismo, que crece. Creo que también influyó el hecho de que comienzara a escribirlo en plena pandemia, un momento en el que todos estábamos muy necesitados de resiliencia. Me ha llevado 3 años escribirla, he crecido con el personaje  de alguna forma, creo que por eso también el lector se va a encontrar con esa evolución con los personajes y que empatiza mucho con ellos.

La novela es una grandísima historia de aventuras,  de amor y de amistad. Aunque sea una gran novela histórica, es muy humana. Muchas veces olvidamos que Alejandro Magno no dejaba de ser un chico de veintitantos años, con sus amigos, en ese punto la vida en el que no eres niño, pero todavía no eres adulto, esa primera angustia vital que empiezas a 
sentir. Es una novela que trata unos temas muy humanos y contemporáneos, creo que los lectores se verán muy identificados.

Ha hablado de resiliencia. ¿Es la característica que más destacaría de Alejandro Magno?
Creo que es una de las principales, sobre todo en esa búsqueda incansable que tenía por la libertad, por encontrarse a sí mismo, le venían muchísimos obstáculos y la mayoría de ellos provenientes de su propio interior. La historia que cuento en 'La sangre del padre' no deja de ser la lucha de un joven contra sí mismo, contra sus propios demonios, cómo convive con ese ejercicio autoritario del poder, ese poder tiránico que fue adquiriendo, cómo lo vivía él por dentro, qué obstáculos se ponía, cómo se resistía a sí mismo. Es, desde luego, una lucha de superación.

Como licenciado en Historia, ¿tenía mucho conocimiento sobre esta figura, o ha tenido que recurrir a mucha documentación?
Muchísima. Mi carrera de Historia y el Doctorado en Relaciones Internacionales estuvieron muy centrados en la Historia Contemporánea, así que, cuando me enfrasqué en el mundo clásico, que siempre me había fascinado, tuve que hacer muchísima labor de documentación, pero sin la ambición académica de proporcionar algo nuevo, no quería escribir una tesis doctoral; lo que pretendía era armar muy bien el contexto histórico, que estuviera muy bien construida la historia, para luego ficcionar aquello de lo que no tenemos fuentes, como puede ser la personalidad de los personajes, la propia trama argumental.

En este proceso de documentación, ¿qué es lo que más le ha sorprendido?
Lo que más me ha sorprendido es ese cambio que tiene Alejandro Magno, que se produce en todos los ámbitos, según va avanzando por Persia. Los historiadores lo llaman la orientalización de Alejandro, cómo cada vez se va volviendo menos griego y más persa, y eso es lo que le aliena con los griegos, no solamente desde un punto de vista político sino 
también en el plano más personal, cambia su relación de amor con Hefestión, con sus amigos, su relación con las mujeres de su vida... todo va cambiando según va avanzando el viaje.

Sobre ese ansia de poder, ¿es uno de los patrones comunes con otros grandes personajes históricos?
Uno de los atemporales que trata la novela la novela son los claroscuros del poder, cómo es el ejercicio del poder, la corrupción del poder, por muy loables que fueran las intenciones. Alejandro sale de Grecia queriendo liberar las ciudades que habían sido dominadas por  Persia y a las que quería devolverles la democracia. Sin embargo, el poder va corroyendo el propio alma de Alejandro hasta el punto de que lo convierte en un tirano. Es una reflexión muy interesante extrapolable a cualquier periodo de la Historia, puede incluso que a periodos modernos, sobre el ejercicio del poder por la persona, muchas veces vemos al político plano, que está movido por la ambición o por el orgullo, pero no dejan de ser hombres, con sus sentimientos, con sus miedos, que cierran las puertas de sus cuartos por la noche teniendo que convivir con todo lo que han hecho durante el día.

Además, Alejandro Magno fue un gran impulsor de la propaganda política. ¿Ve algún paralelismo con algún político contemporáneo?
Como historiador soy muy poco amigo de hacer analogías, son muy tramposas, han pasado muchos siglos, pero sí que es verdad que Alejandro, si bien no es el primero que usa la propaganda, sí es de los primeros en hacerlo de forma exitosa. Siempre construyó y fue sembrando un mito de sí mismo que le ayudaba en sus fines políticos. Por ejemplo, cuando llegaba a Egipto se fue a visitar a un oráculo en un oasis en medio del desierto para después poder proclamarse faraón, lo tenía todo perfectamente estudiado. También tiene unas  consecuencias, como que el mito y la realidad en Alejandro se fusionan, se entrelazan, porque él mismo producía una realidad ficcionada, por lo que para el historiador es muy difícil diferenciar realidad y ficción, pero para el novelista es casi un tesoro, encuentras un mundo muy mágico.

¿Cuánto hay de mito y cuánto hay de realidad en este personaje?
'La sangre del padre' es una novela muy verosímil e históricamente fidedigna en lo que a la vida y hechos de Alejandro se refiere, ha habido partes en las que me he tenido que tomar liciencias para simplificar. No deja de ser una gran aventura contada tal y como fue, realmente fue una gran gesta, la parte que está más ficcionada es sobre lo que no hay fuentes directas, como las personalidades de los personajes, pero todo sigue siendo históricamente verosímil, por ejemplo, se puede apreciar perfectamente que la relación que tiene Alejandro con los generales heredados de su padre, aunque no lo sepamos realmente, es una relación de león viejo-león joven.

Verosimilitud, uno de los aspectos que más ha valorado un miembro del jurado, Juan Eslava Galán.
Me da mucho orgullo que lo dijera él, un grande de la literatura, que él diga que la novela mantiene esa pulsión y esa tensión narrativa, a la vez que es históricamente fiable, es un cumplido enorme. 


Con 23 años tiene publicados varios ensayos y dos novelas. Esa precocidad, ¿se debe a talento innato o a dedicación?
Creo que es dedicación. Empecé a escribir muy joven porque me divertía muchísimo, he tenido la suerte que siempre he tenido muy clara mi vocación. Cuando escribí los ensayos era porque escribir era mi forma de aprender, leía libros de Historia o de política y mis 
argumentos sobre lo que decían los autores y mis resúmenes los iba condensando en un libro que luego decidí autoeditar. La literatura fue a raíz de leer 'Cien años de soledad', de Gabriel García Márquez, me enamoré  de cómo se podía usar así el lenguaje. Creo que todos empezamos a escribir un poco casi por emulación, quieres ser como los escritores que te gusta, y a mí García Márquez me chiflaba. Lo leí con 17 años y  ahí fue cuando 
empecé a escribir literatura más novelística.

Ha escrito dos novelas de corte histórico. ¿Tiene pensado en un futuro abordar otro género?
La novela en la que estoy pensando ahora mismo también es histórica, es un género que me gusta mucho, un estilo en el que me encuentro muy cómodo y en el que puedo desarrollar muy bien los personajes, que, en muchos casos, tienen vidas de novela, están pidiendo a gritos que alguien lo cuente. No sé si más adelante podré explorar la novela contemporánea, que es muy difícil y hay que tener mucha habilidad.

Ser finalista del Planeta genera mucha repercusión. ¿Siente que su vida ahora es un poco menos anónima?
Desde luego. Parte del huracán del Planeta es esta, la fuerza que tiene el premio es incomparable a cualquier otro de las letras en español. Te saca del anonimato, es verdad que ahora me conoce un poco más de gente. Es un poco abrumador, pero es una gran oportunidad para que el libro llegue a muchísimos lectores y a muchas librerías, así que por ello no puedo estar más que agradecido.

Un mantra que repetimos es que la gente joven no lee. A partir de un caso como el suyo, ¿podemos desmentirlo?
La juventud cada vez lee más. Me pasaron el otro día unos números, en la franja de edad de los 18 a los 25 hay mucho boom de la novela gráfica y romántica. Es verdad que somos una generación muy muy tecnológica y que, por ende, puede estar menos inclinada hacia las aspiraciones analógicas, pero se sigue leyendo, los libros siguen siendo importantes. Mucha veces se nos estigmatiza como una generación que está pegada a un móvil, pero también somos una generación muy pujante, con mucha fuerza, que tiene una gran creatividad para hacer proyectos. Si este libro puede animar a que cada vez se lea más, yo estoy feliz.

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